Todo para Bebe: Los horarios de los bebés a la hora de comer

lunes, 19 de septiembre de 2011 |

Todo para Bebe: Los horarios de los bebés a la hora de comer


Los horarios de los bebés a la hora de comer

Posted: 18 Sep 2011 09:00 PM PDT

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Dar de comer a un recién nacido es bastante fácil. O toman el pecho o toman el biberón, así que lo único que hay que hacer es darles leche cuando tienen hambre, es decir, a demanda, sin tener demasiado en cuenta ningún horario ni rutina.

Tras leer este primer párrafo muchas madres estarán pensando "bueno, y cada 3 horas si das biberón", que como ya dijimos hace un tiempo, no es del todo la recomendación correcta, porque aunque muchos niños piden biberón cada 3 horas porque es el momento en que tienen hambre, muchos lo piden cada 2 horas y otros lo hacen cada cuatro. No tiene sentido hacer pasar hambre a los primeros, ni tiene sentido hacer comer a un bebé que aún no tiene hambre (aunque esto sería menos problemático).

Las dudas llegan cuando el bebé cumple seis meses y la madre llega a casa con una hoja que le ha dado el pediatra en la que se explica qué puede empezar a comer su bebé y cuáles son los horarios de los bebés a la hora de comer.

"No consigo coger una rutina con mi bebé"

Muchas madres empiezan a dar alimentación complementaria a sus hijos a los seis meses y se dan cuenta de lo difícil que es dar de comer a un bebé según unos horarios previstos. Cuando le das la comida no le apetece y cuando no la tienes preparada resulta que parece que está hambriento, unos días come a las 12 del mediodía y otro no quiere nada hasta que no le dan las 15 de la tarde.

Entonces, en este descontrol, la madre siente que algo está fallando y aparecen las dudas: "¿Le estaré dando mucho?", "Le estaré dando poco?", "¿Cuál es la mejor hora para que coma?", "¿Por qué hoy no quiere ni la primera cucharada?".

Comida a demanda, sentido común y paciencia

Cuando hablamos de bebés el mejor remedio para casi todos los males es el sentido común. El problema es que a veces las dudas son tan grandes y el miedo a hacerlo mal tan poderoso que no nos atrevemos a hacer caso a la lógica.

Es muy habitual que los bebés no tengan horarios porque, simple y llanamente, no los necesitan. Los bebés maman a demanda por una sencilla razón: ellos saben mejor que nadie cuándo necesitan mamar y cuánto necesitan tomar. Lo saben mejor que sus madres y mejor que sus pediatras.

De igual modo, los niños de 6 meses saben cuándo tienen qué comer y cuánto quieren comer, y lo saben mejor que sus madres y mejor que la hojita de instrucciones que el pediatra entrega a la madre, que no es más que una fotocopia de un papel que se entrega para todos los niños de 6 meses, como si todos fueran iguales.

Pues bien, igual que el día que comí en un restaurante en Asturias y me dijeron "¡pero qué poco comen los catalanes!", porque dejé un montón de comida y no podía más, no todos los bebés tienen que comer la misma cantidad.

Es más, igual que los adultos tendemos a comer sólo aquello que nos gusta (aún no conozco a nadie que diga: me voy a comer este plato de verdura, que me da un asco "que pa qué"), los bebés también tienden a comer sólo aquello que les gusta. Y al principio, como no conocen apenas sabores, suelen ser muy pocas cosas.

Por lo tanto, por sentido común, los bebés tienen que comer lo que les apetezca y en el momento que les apetezca, es decir, a demanda.

La alimentación se llama complementaria, porque complementa

Sé que estaréis pensando que claro, si deciden ellos no comerán nada, y si os han dado esas hojas será porque se lo tiene que comer. Pues no, la realidad es que la alimentación complementaria no es más que la comida que se le da al bebé para que poco a poco empiece a comer, pero no porque la necesite imperiosamente (el último día de su sexto mes de vida sólo tomaba leche y al día siguiente resulta que necesita un montón de comida…).

Dicho de otro modo, la alimentación complementaria se llama así porque es un complemento de la leche, que sigue siendo el alimento principal de los bebés.

La comida se le tiene que ir ofreciendo a los bebés, a partir de los seis meses, pero no imponer. Poco a poco, día a día (o semana a semana), los bebés van comiendo más cantidad y lo hacen en el momento en que más les apetece hacerlo (que eso lo saben ellos).

Los horarios y las rutinas ya irán llegando. Probablemente el día que se siente a comer con vosotros en la mesa empiece a comer según vuestro mismo horario. Pues ya llegará ese día, no hay prisa… ¿o acaso las mujeres que vivían en las cuevas salían a mirar la posición del sol para calcular si su bebé tenía que comer ya?

Foto | Devinf
En Bebés y más | Alimentación complementaria: ¿Cuánto tiene que comer mi hijo? (I), (II) y (III), Por qué los padres nos preocupamos tanto por el crecimiento de nuestros hijos, En vacaciones ¿mantenéis las rutinas y horarios con los niños, o os los saltáis?




Más de la mitad de mujeres embarazadas intenta inducir su propio parto con métodos naturales

Posted: 18 Sep 2011 07:00 PM PDT

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Hace unos meses os explicamos algunos de los métodos tradicionales más utilizados para tratar de ponerte de parto cuando ves que pasan los días y la fecha probable de parto empieza a quedar atrás.

La mayoría de estos métodos tienen poco respaldo científico y si se sigue hablando de ellos es más por el boca a oreja que por otra cosa. Los profesionales de la salud, de hecho, comentan que de todos los métodos utilizados, sólo uno podría tener algo de incidencia en el devenir del parto.

El caso es que una encuesta reciente realizada por científicos de la Universidad Estatal de Ohio en EE.UU. a 201 mujeres que acababan de dar a luz arrojó como resultado que más de la mitad de las mujeres embarazadas intentan inducir su propio parto con los mencionados métodos naturales.

Los métodos más utilizados, que son los que comentamos en la anterior entrada (y alguno más), son los de andar, tener relaciones sexuales, comer cosas picantes, estimularse los pezones, tomar infusiones, laxantes, hacer ejercicio intenso, sesiones de acupuntura, etc.

Comparando al grupo de mujeres que trató de inducir su parto con aquellas que simplemente esperaron a que llegara el momento vieron que a las del primer grupo se les podía definir como mujeres más jóvenes, primerizas y con mayor probabilidad de dar a luz sin recurrir a la cesárea. De todas ellas, además, la mayoría declaró que no había preguntado al médico al respecto, sino que los consejos habían llegado a través de familiares o amigos.

Jonathan Schaffir, responsable del estudio, explicó que existe poca o ninguna investigación que apoye la efectividad y la seguridad de los métodos descritos, a excepción quizás de la estimulación de los pezones, pues “se sabe que esta estimulación provoca la liberación de oxitocina, una hormona que puede provocar contracciones y, por tanto, podría facilitar el parto”. De todas maneras, no recomienda dicho método porque "las contracciones son difíciles de controlar y pueden llegar a ser desventajosas si son demasiado fuertes".

Supongo que pensaréis como yo en que sus declaraciones no tienen demasiado sentido, si luego una mujer va a un hospital y para inducir el parto le administran oxitocina sintética en cantidades mucho mayores, generando unas contracciones mucho más fuertes que lo "demasiado fuertes" que podrían ser por estimularse los pezones. De hecho, muchas mujeres han intentado provocarse el parto dando de mamar al hijo mayor con mayor constancia, casi persiguiéndole para que se agarre a la teta, sin demasiado éxito, por lo que me da a mí que tampoco este método es demasiado efectivo.

¿Qué pensáis vosotras? ¿Creéis que alguno de los métodos típicos para inducir el parto es efectivo? Yo personalmente creo mucho en el de caminar y caminar, aunque claro, no hay estudio que corrobore que funciona.

Vía | Consumer
Foto | David Salafia en Flickr
En Bebés y más | La acupuntura no ayudaría a inducir el trabajo de parto, Parto inducido electivo: mayor riesgo en primerizas, Se cuestiona la conveniencia de las inducciones




Cómo educar a los hijos según Pilar Sordo (II)

Posted: 18 Sep 2011 12:00 AM PDT

Hace una semana pudimos ver un vídeo de Pilar Sordo, uno de tantos que tiene en Youtube (que os vuelvo a poner arriba), en el que explicaba cómo los padres debíamos educar a nuestros hijos, señalando los errores que cometemos y explicando las soluciones.

Muchas pudisteis comentar vuestras impresiones al ver el vídeo y lo cierto es que os aproximasteis mucho a lo que yo sentí al verlo. Hubo quien, por contra, apoyó las palabras de Pilar Sordo, que es lo que yo esperaba que sucediera en mayor número.

Digamos que profesionales que dedican su vida a hacer un mundo mejor a través de las próximas generaciones hay cientos, y muchos de ellos son interesantes de leer o escuchar porque uno siempre tiene algo que aprender. Pilar Sordo, pues no es una de ellas, porque bajo mi punto de vista se pierde mucho en las formas, en las ganas de ser graciosa, sin conseguirlo, porque lo hace de manera irrespetuosa, y sobretodo porque aunque dice algunas cosas que pueden ser muy útiles para los padres y madres, dice otras que pueden llegar a ser auténticas bombas de relojería. A continuación voy a desgranar el vídeo dando mi punto de vista:

Los padres hemos perdido el concepto de autoridad

Cuando se habla de estilos de crianza se suele explicar que los más característicos son tres: el autoritario, el democrático y el permisivo, que sería aquel en que los padres dejan a los hijos hacer todo lo que quieran, incluso perder el respeto por los demás.

Pilar Sordo se mueve entre la crítica de los dos últimos, de los que no hace diferenciación, y sugiere y casi implora, como hacen algunas personas de la generación que nos precede, que volvamos a postulados antiguos, es decir, al autoritarismo.

Confunde entonces la psicóloga autoridad con autoritarismo. De hecho, aquella persona que tiene que hacer uso del autoritarismo, del chantaje emocional, del castigo y del "porque yo lo digo" lo hace, precisamente, porque ya ha perdido la autoridad.

La autoridad no se exige, se consigue, como el respeto. Autoridad tiene aquel padre que es escuchado, aquel cuyos hijos respetan porque saben que papá suele tener razón, porque dialoga, porque explica las cosas, porque saben que papá les respeta y porque nunca les haría daño físico ni moral. El padre que tiene a sus hijos atemorizados o que los tiene en contra, porque no les escucha, no tiene autoridad ni respecto, es simplemente un padre temido y, como todo el mundo sabe, desde el miedo no suelen aparecer relaciones sanas.

"Somos los únicos que temimos a nuestros padres y tememos a nuestros hijos"

Dice la "graciosa" psicóloga que somos los únicos que en nuestra infancia temimos a nuestros padres y que ahora tememos a nuestros hijos y aunque no va mal encaminada, yo lo explicaría de otro modo. Para mí somos los adultos que de niños temimos a nuestros padres, que nos dijimos a nosotros mismos que no seríamos igual que ellos y que ahora que somos padres tememos ser ellos.

Es cierto que hay gente que se ha ido al extremo contrario, el de la permisividad negligente, cuyos hijos han tomado el timón y el rumbo de la familia hasta el punto de desesperar a muchos, pero también es cierto que muchos tratamos de no llegar a ese extremo, moviéndonos por el punto medio, que yo llamaría la crianza democrática, en la que intentamos escuchar, dar opciones, dejar elegir y explicar las razones de por qué sí o por qué no, evitando el "porque soy tu padre", que tanto parece gustarle a la señora Sordo.

"Mi hijita, con la misma cara de culo con la que se levantó"

Así, con esta frase argumenta Pilar Sordo que los niños tienen que ir a ver a la abuelita: "ella, con la misma cara de culo con la que se levantó", frase que viene acompañada de muchas risas, como si fuera algo gracioso insultar a los niños.

Imaginemos por un momento que está en una reunión de cuidadores de personas mayores y les dice que "vuestras madres pueden ser persuasivas para pediros, desde la cama, aquello que quieren… ellas, con la misma cara de culo con la que se levantaron". No suena igual, ¿verdad? Pues mal vamos si una profesional de la psicología que pretende enseñar a los padres cómo educar a los hijos insulta a los menores para hacerse la graciosa.

En cualquier caso, pasando por alto las formas, horribles, habla de que una familia no puede ser una democracia. Estoy de acuerdo en que una familia no es un ente en el que todos los componentes tienen siempre voz y voto, porque por encima de todas las decisiones están los padres. Sin embargo hay muchas, muchísimas cosas que los niños son capaces de decidir por sí mismos y que, de hecho, deberíamos preguntarles, para que ellos aprendan a tomar decisiones y para que aprendan a tener autonomía.

Si yo tomo todas las decisiones porque no dejo a mis hijos elegir y si no les dejo hacer cosas que creen que tienen que hacer, nunca elegirán y nunca se equivocarán… en todo caso me equivocaré yo, que soy el que ha tomado la decisión. Entonces, si un niño no se equivoca, ¿cómo demonios va a aprender a rectificar? ¿Cómo va a aprender que sus decisiones equivocadas tienen unas consecuencias? ¿Cómo va a aprender a ser autónomo? ¿Cómo voy a pretender que crezca como persona?

Sobre ir a ver a la abuela, pues sí, hay que ir a ver a la abuela, claro, que es tu familia, ahí coincido con ella, sin embargo hay que tener en cuenta que hay abuelas y abuelas. Unas son más graciosas, cariñosas y entretenidas y otras no lo son tanto, y algunos niños preferirían no tener que poner buena cara (sinceridad, se le llama a eso…).

El fin de semana no hacemos nada

Dice Sordo que parece que los padres seamos una agencia de viajes los fines de semana. Bueno, ni tanto ni tan poco. Ir al teatro, ir al cine, pasar el fin de semana en el campo, ir a ver museos, a un concierto, a una actividad infantil, a hacer deporte, a… son excusas de los padres para pasar tiempo con los hijos. Es evidente que a nivel económico es difícil llevar un ritmo así, por lo que hacerlo de vez en cuando es hacer algo diferente, es pasarlo bien, es disfrutar, es culturizarse y es ver algo más allá de las paredes de casa.

De igual modo, quedarse en casa es también muy enriquecedor, porque no hay otra opción que hablar con tus hijos, ¿no? (bueno, sí, ver la televisión y no hacerles caso, que sería la peor de las opciones).

"No quiero que mis hijos pasen lo que yo pasé"

Una de las frases que la psicóloga ataca y destruye es la que dice que los padres de hoy pretendemos que nuestros hijos no pasen lo mismo por lo que nosotros pasamos, y por eso reciben una educación diferente. Según comenta, lo que nosotros pasamos "no fue tan malo" y estoy totalmente de acuerdo, no fue tan malo, no nos traumatizó hasta meternos en un psiquiátrico, pero si ayudó a crear un carácter, una conducta y una inseguridad que muchos preferirían no haber tenido que superar ahora, en la edad adulta, cuando más falta hace todo lo contrario. No fue tan malo, pero podría haber sido mejor, o cuanto menos diferente.

Los padres están cada vez menos y los niños están más ocupados

Los últimos cuatro minutos del vídeo son, para mí, los mejores, porque aquí si acierta Pilar Sordo al decir que un niño necesita una madre que le rasque la cabeza y un papá que le cuente un cuento, siendo todo ello gratis.

Concluyendo

Entiendo que haya personas que apoyen las palabras de la psicóloga, porque un padre perdido, o un padre que pretende hacer lo mejor para sus hijos pero no sabe muy bien cómo y lo único que tiene son dolores de cabeza, podrá agarrarse al método autoritario de aquí decido yo, aquí se come esto y punto y hoy toca ir aquí y no hay más que hablar.

Así nos criamos, así se ha hecho desde hace mucho tiempo y es el camino fácil porque es el camino que todos conocemos de memoria, porque es el que tomaron con nosotros. Es mucho más difícil dialogar, describir lo que no te gusta a un niño para que él lo cambie ("veo que tienes la habitación totalmente desordenada y que ni tú puedes jugar ni yo puedo pasar"), dándote cuenta de que unos días la recoge porque quiere que te sientas bien, pero otros no porque considera que tiene cosas más importantes que hacer (elije en cada momento lo que considera mejor según su criterio, que no el nuestro), que decir "hasta que no recojas de aquí no te mueves", con lo que consigues una habitación perfecta y un niño rebotado. Ahora que, claro, como hay que ser padre y ser "jodido", lo importante según ella no es promover unos valores como el orden o la responsabilidad, valores que salgan de los niños, sino tener la habitación limpia porque son los padres los que quieren que esté así.

Vídeo | Youtube
En Bebés y más | Los famosos límites, “Respetar a los niños no significa consentirles todo”. Entrevista al psicólogo Ramón Soler, Cinco pasos básicos para criar en positivo y sin castigos




"No toques nada de este aseo": dónde está la suciedad de los baños

Posted: 17 Sep 2011 09:31 PM PDT

higiene niñas

Con los peques que ya van al baño solos, hay que llevar cuidado cuando estamos fuera de casa y entran a un baño. Incluso aunque a simple vista parezca estar limpio (cosa que no siempre ocurre, cuando nos salimos a un rincón de la calle para “el apuro”), los gérmenes se esconden por doquier.

En realidad, si observáramos el baño de casa también veríamos mucha más suciedad y gérmenes que a simple vista. Pero, nada más que por frecuencia de uso, en un baño público solemos decirle a los peques “No toques nada de este aseo”.

Esta preocupación hace que cada vez sean más los productos que en los baños “se usan” sin tocarse: grifos, dispensadores de jabón, papeleras…

No vamos muy desencaminados, y hay estudios que demuestran que la mayoría de adultos agradecen los grifos o los secadores automáticos, abren los pomos con el codo, tocan el inodoro con papel (y lo envuelven en papel para sentarse), tiran de la cadena también sobre papel…

Los niños no entienden de gérmenes, y en su afán de explorar tocan lo que tienen delante sin pararse a pensar que muchos gérmenes que amenazan la salud están presentes en los baños públicos en diferentes grados, desde Estreptococo, Estafilococo, E. Coli, virus de Hepatitis A… hasta el virus de resfriado común. Pero, ¿dónde se encuentran mayoritariamente estos gérmenes? ¿No podemos tocar nada?

Niño en el vater

  • Asientos de baño: aunque la mayoría de los usuarios de baños públicos consideran que el asiento es el principal centro de gérmenes, no es un vehículo común para la transmisión de enfermedades. Si un asiento se contamina, un usuario tendría que tener un corte o cicatriz abierta en el área que lo contactara para que el contagio ocurriera. Incluso los baños portátiles, de acuerdo con un estudio realizado por un Microbiólogo de la Universidad de Arizona, estuvieron más limpios que las mesas de picnic, equipo de jardín, asas de carros de súpermercado y barandillas de escaleras.
  • Vapor de baños. Aunque el asiento pueda ser relativamente seguro, esto no siempre es cierto de los vapores que arroja el excusado. Cada vez que se tira de la cadena y se descarga el agua, vapores microscópicos son lanzados fuera de la taza. Estos vapores pueden contener muchos gérmenes y bacterias llegando (según el tipo de baño, presión del agua, antigüedad y textura) hasta metro y medio alrededor del excusado. De modo que lo mejor es tirar de la cadena siempre que el niño o niña se haya levantado del inodoro.
  • Llaves y manijas. Los gérmenes sí se agrupan en las manijas y una llave de baño podría ser la superficie más contaminada de un baño público. Una razón para esto es que la humedad de la superficie ayuda a mantener los microorganismos vivos. Las llaves con sistemas de sensores o el uso de toallas de papel para tocar estas superficies puede ayudar a aliviar este problema. Parece que, casi nunca, los usuarios tocan de hecho las llaves de un baño. La pregunta surge: si nos lavamos las manos para cerrar el grifo manualmente y después abrimos la puerta también con la mano, ¿no ha sido la maniobra de lavado inútil?
  • Unidades de desecho de productos higiénicos femeninos. Suelen ser la atracción de los peques en el baño público. Pero hay razones de peso para evitar tocar estos dispensadores. Un estudio de la American Society of Microbiology estableció que "el exterior de un receptor de toallas sanitarias es uno de los puntos más contaminados de un baño de mujeres". Los dispensadores de higiene femenina se van contaminando cuando son usados una y otra vez además de recibir los vapores del baño.

Después de ver los baños públicos desde esta perspectiva, los guantes para su uso o algunos inventos para que las niñas hagan pipí de pie, no me parecen una mala opción.

En definitiva, no se trata de ser paranoicos, pero sí de llevar cierta precaución y enseñar a los niños a que cuanto menos toquen del aseo, mejor. Y, por supuesto, exigir en los lugares públicos la limpieza necesaria porque muchas veces los mayores también hubiéramos preferido ser niños para poder hacerlo en la calle…

Vía | ISSA
Fotos | wheat_in_your_hair y ToddMorris en Flickr
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La lactancia materna no protege igual a niños y niñas

Posted: 17 Sep 2011 07:00 PM PDT

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Que la lactancia materna tiene innumerables beneficios para los bebés es algo que nadie discute. Que uno de esos beneficios sea que los bebés que toman el pecho padecen menos infecciones respiratorias es otra realidad que hasta la fecha ha sido ampliamente demostrada. Lo que no se suele decir y se desconoce es que la leche materna no protege igual a los niños que a las niñas.

Fernando Polack, un médico pediatra especialista en enfermedades respiratorias infantiles, que recibió en 2010 el premio a mejor investigador del año otorgado por la Sociedad de Investigación Pediátrica de Estados Unidos, halló junto con su equipo de investigadores que la lactancia materna protege más a las niñas que a los niños ante posibles infecciones respiratorias.

Siempre se ha pensado que el beneficio de la leche materna para los bebés ante las infecciones respiratorias es que los anticuerpos de la madre llegan al cuerpo del bebé a través de la leche y funcionan defendiendo al bebé de los virus, algo así como “ya que tú no tienes suficientes defensas, tomas las mías”.

La realidad parece ser distinta, porque si así fuera protegería de igual modo a los niños y niñas, así que el equipo de Polack ha concluido que la leche materna debe actuar, no de manera pasiva, como se pensaba hasta ahora, sino de manera activa, accionando algún sistema de las niñas que hace tengan menos infecciones respiratorias que los niños.

Dicho de otro modo, la leche materna parece activar algún sistema de defensa existente en el cuerpo de las niñas que no se activa cuando es un niño el que la toma (o no en la misma medida).

Una vez descubierto esto la investigación del equipo de Fernando Polack está, ahora mismo, dirigida a conocer cuál es el sistema por el cual las niñas están mucho mejor protegidas que los niños por el simple hecho de tomar leche materna. Una vez sepan cuál es, tratarán de activarlo en los niños varones para que ellos también se beneficien de dicho mecanismo y tengan menos probabilidades de padecer enfermedades.

Vía | El País
Foto | Various brennemans en Flickr
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