Todo para Bebe: "Hermanos de leche", nuevo libro de la doctora Ibone Olza

sábado, 14 de mayo de 2011 |

Todo para Bebe: "Hermanos de leche", nuevo libro de la doctora Ibone Olza


"Hermanos de leche", nuevo libro de la doctora Ibone Olza

Posted: 14 May 2011 10:57 AM PDT

hermanos de leche

La doctora Ibone Olza, psiquiatra infantil y perinatal, presenta el 27 de mayo en Madrid el libro “Hermanos de leche”, ilustrado por Ines Burgos.

Ibone es una psiquiatra especial, una mujer intensa y llena de dulzura, comprometida con el parto respetado, los derechos de los bebés y la lactancia materna. Un ejemplo como mujer y como profesional a la que admiro profundamente.

Es autora de un libro que ya os hemos recomendado en Bebés y más: “Nacer por cesárea“, que escribió en colaboración con el ginecólogo Enrique Lebrero, además de otras numerosas publicaciones.

“Los grupos de apoyo a la lactancia son espacios de solidaridad, altruismo y generosidad donde acontecen infinidad de historias entrañables. Hace ya quince años que pertenezco a uno de ellos: Vía Láctea. Escribí HERMANOS DE LECHE conmovida por la fuerza de estas madres, siempre dispuestas a acompañar y ayudar gratuitamente a otras mujeres, fuera de las coordenadas del capitalismo y el consumismo imperantes. Ahora que los hospitales punteros están creando bancos de leche materna para ofrecer la mejor leche del mundo a bebés prematuros o enfermos, he querido contar esta historia que recrea una realidad afortunadamente cotidiana. Lactancias prolongadas, compartidas, divertidas y celebradas, los vínculos que se crean son …¡la leche!”

Este libro es, por tanto, una manera de explicar la hermosa experiencia de compartir la experiencia de la lactancia este comadres, algo que fue normal hasta hace poco más de un siglo y que ahora, con los grupos de apoyo y los bancos de leche, se ha hecho de nuevo presente en nuestra sociedad modernísima.

“Hermanos de leche” de la doctora Ibone Olza ha sido editado por una de las editoriales más comprometidas con la maternidad consciente, la lactancia y el parto respetado, OB STARE, y ha sido premiado con mención de honor del tercer concurso de cuentos infantiles Lactancia y Crianza, organizado por la Federación Catalana de Grupos de Apoyo a la Lactancia Materna.

Más información | Ibone Olza
En Bebés y más | “Quiero teta”, un cuento sobre lactancia, “De mamá a mamá”, e-book gratuito sobre lactancia




Cuentis, preciosos cuentos personalizados

Posted: 14 May 2011 07:04 AM PDT

Cuentis

Los cuentos personalizados son un regalo muy especial, y más si se elaboran con textos e ilustraciones de calidad. Un ejemplo lo tenemos en los preciosos cuentos personalizados de Cuentis, con libros ilustrados para todas las edades.

Hay distintas temáticas para los cuentos, desde los miedos infantiles (los monstruos que habitan en la oscuridad de la habitación), las súper abuelas, de cómo se escogió el nombre del bebé, “La princesa de las hadas del mar”, “El partido del año”... En estos cuentos infantiles los peques se sentirán protagonistas.

Por ejemplo, “El partido del año” está pensado para colorear, de modo que se pueden pintar las camisetas y equipos de los jugadores del equipo del niño o niña y del contrario (también elegimos sus nombres, que después aparecerán en el texto, así como el color de pelo del protagonista; eso sí, es un niño).

Los libros tienen espacios para dedicatorias y para personalizar distintos fragmentos del cuento, de modo que le podemos dar un toque muy especial y no sólo con el nombre del niño o niña. Hay distintos modelos: libros infantiles, familiar y para adultos, y también distintos grados de dificultad a la hora de confeccionarlos (el nivel aparece explícito en la descripción de cada libro).

Pero resulta bastante sencillo ir página por página modificando el texto que deseemos. Muchos cuentos están disponibles en catalán y en castellano, y son de tapa dura ilustrados a todo color con unos dibujos que personalmente me han parecido muy bonitos. Los textos están bastante logrados, se alejan del esquematismo de otros cuentos de este estilo.

Los cuentos personalizados de Cuentis tienen distintos precios, alrededor de los 30 euros, según la historia seleccionada.

Sitio Oficial | Cuentis
En Bebés y más | Cuentos a medida, Cuentos personalizados, Cuento Contigo: libros editados a medida, Cuentopersonalizado.com, para crear nuestra propia historia




Chantaje emocional, una forma de violencia

Posted: 14 May 2011 03:14 AM PDT

rencor en un niño

Hemos hablado mucho sobre violencia, azotes, castigos y autoridad, sobre límites y crianza caprichosa, pero quería abordar ahora una cuestión profundamente grabada en nuestra manera de relacionarnos con los niños y también, a veces, con otras personas, y es el chantaje emocional.

Quiero centrarme en analizar las formas y las consecuencias de recurrir al chantaje emocional para controlar o encauzar el comportamiento de los niños para ayudarnos a reconocerlo y buscar otras alternativas más sanas de comunicarnos.

Todos usamos las emociones de los demás inconscientemente. Pero cuando las usamos para dañar, controlar e intimidar al otro por miedo del miedo a perder nuestro cariño, estamos realizando un uso abusivo del amor al utilizar el miedo para imponernos.

¿Qué es el chantaje emocional

El chantaje emocional es una forma de manipulación muy poderosa en la cual las personas cercanas y afectivas nos amenazan, directa o indirectamente, con castigarnos de alguna manera si no hacemos lo que ellos quieran.

La mejor manera de definirlo es decir que se trata de una forma de violencia psicológica en la que, mediante la amenaza, se logra que una persona unida afectivamente al agresor, haga lo que él desea por miedo a perderlo o a perder el respeto de otras personas también importantes para él en lo emocional.

En el chantaje emocional se manipula al otro usando sus emociones y especialmente el miedo
para, con la intimidación y la amenaza, lograr vencer la voluntad del otro y conseguir que haga lo que queremos. La culpa y el miedo a perder a alguien a quien se quiere son las armas del chantaje emocional.

Reconocer el chantaje emocional entre adultos

En las relaciones adultas esto se puede detectar con facilidad, en teoría. Como todas las formas de violencia, la víctima puede no poder reconocer que está sufriéndolo, sobre todo si tiene un historial previo, incluso en su infancia, de este tipo de violencia emocional.

Si sus padres la chantajearon puede tener más dificultades para reconocer el chantaje emocional o defenderse de él, ya que lo ha interiorizado como normal.

Pero veamos primero, antes de volver a los niños, la manera en la que se manifiesta el chantaje emocional entre los adultos. Luego, habiéndolo reconocido, sobre esta base, veremos como se ejerce sobre los niños.

Si a nosotros otro adulto nos hace chantaje emocional podemos identificarlo. Hay frases típicas en las relaciones insanas, especialmente en las de pareja, que deben alertarnos: “si te vas me mato”, “no eres nada sin mi”, “si te vas no verás más a tus hijos”, “si no me das lo que quiero me iré a buscarlo fuera”, “si no haces lo que yo quiero, ya no te querré, o te abandonaré”, “no sabría vivir sin ti”, “si te vas ahora, no vuelvas”.

También nos pueden hacer chantaje nuestros familiares y amigos, forzándonos a hacer cosas que no deseamos chantajeandonos con amenazas o, simplemente, con no querernos más o diciéndonos que si los quisiéramos de verdad, cederíamos.

El chantajista emocional hacia los adultos llega a usar secretos compartidos en la intimidad para coaccionar al otro y busca la obediencia y la sumisión como objetivo, creyendo, incluso, que el uso de la violencia está justificado, pues al otro no lo percibe como persona libre, sino como alguien a quien dominar y de quien extraer beneficios o acciones que el manipulador desea.

El chantajista grita o llora, amenaza, rompe cosas, pega golpes contra las paredes, amenaza con suicidio o con llevarse a los hijos, ajusta cuentas o te dice que revelará secretos privados si haces algo que no quiere que hagas. Usa el miedo a perder su amor, su compañía, su respeto o el de otros que amamos para controlarnos y mantenernos sometidos.

Amenaza incluso con matarse o con que morirá por tu culpa, de los disgustos que le das, si no cedes y, por ejemplo, vas a comer el domingo a su casa o le pones las cortinas o terminas una relación amorosa insatisfactoria.

Cuando la víctima es un niño

Cuando la persona que realiza el chantaje tiene una posición de poder sobre la víctima la violencia es más grave, pues la víctima, que depende de su agresor en lo emocional y hasta en lo material, no tiene salida posible. Todos los recursos y las expresiones que hemos citado en el chantaje entre adultos se usan también, pero más frecuente y normalizadamente, hacia los niños, aunque se hagan de forma sutil o seamos ciegos para ellas.

Si la víctima es un niño y quien hace chantaje emocional son sus padres, abuelos o maestros, la indefensión es mayor incluso, pues el niño no ha desarrollado los recursos psíquicos para defenderse y además, está recibiendo el mensaje implícito de que la persona adulta que toma naturalmente como modelo considera válida esta manera de controlar al que depende de ella.

Es decir, la víctima tiene muchas posibilidades de repetir ese recurso y usar el chantaje emocional para conseguir lo que quiere. Y lo usará con sus propios hijos, pues no habrá recibido herramientas mejores para comunicarse con ellos y habrá recibido el mensaje de sus padres de que hacer chantaje emocional a los niños es algo a lo que los adultos tienen derecho.

Pero me gustaría que nos planteáramos que convierte en dañino el chantaje emocional cuando la víctima es un adulto y que hace que la sociedad lo tenga normalizado si la víctima es un niño. ¿Tienen los adultos derecho a hacer chantaje emocional a los niños?

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Qué deben evitar hacer los padres para ayudar a estimular el lenguaje

Posted: 14 May 2011 01:00 AM PDT

Evitar para el lenguaje

Después de dar un repaso a distintos aspectos que pueden ayudar a desarrollar el lenguaje infantil ha llegado la hora de ver qué debemos evitar para ayudar a estimular el lenguaje.

En primer lugar, es importante que los padres tomemos una actitud comprensiva y paciente en la estimulación del lenguaje. Debemos intentar no ponerle metas que le resulten difíciles, por no decir imposibles, de alcanzar.

A veces, cuando el niño no pronuncia bien algún sonido o no dice bien alguna palabra, los padres se impacientan o se enfadan. Estas conductas ante el niño son dañinas, ya que algunos defectos que pueden ser por causas genéticas empeoran debido a la presión a la que se somete el niño.

En otras ocasiones, algo que sólo es una fase pasajera y normal en el desarrollo evolutivo del niño puede considerarse como algo tremendamente horrible. Por ejemplo, en el desarrollo del lenguaje oral, a edades comprendidas entre los dos y cuatro años, los niños pasan por una etapa en la que el niño comienza a repetir varias veces un sonido, una parte de una palabra o una palabra entera, comienzan a usar muletillas…

En principio, este episodio evolutivo se identifica, de forma anticipada, como tartamudez; pero no se puede considerar como tal cuando ocurre en edades tan tempranas. Sólo si continúa en el tiempo, se consideraría un trastorno a tratar el logopeda.

Por ello, no conviene exigir o presionar al niño para que logre cosas que aún no está preparado para hacer o que cambie cosas que forman parte de un desarrollo evolutivo normal. En estos casos debemos mostrarnos cariñosos con el niño, haciendo que la tensión disminuya, así como la dificultad o el miedo (tanto en los niños como en sus padres).

También hay que evitar adelantarse adivinando lo que se va a decir; darle tiempo para que termine lo que nos quiere decir le ayudará no generar sentimientos de incompetencia lingüística.

Siempre que podamos evitaremos usar preguntas cerradas; es decir, no le formularemos preguntas en las que tenga que responder sólo “sí” o “no”, ya que de este modo no facilitamos que su vocabulario se amplie o que tenga la oportunidad de corregir sus errores. Podremos utilizar este tipo de preguntas, pero siempre como último recurso o en situaciones determinadas.

Corregir de forma directa es una forma agresiva de corregir el lenguaje, ya que estamos cortando lo que nos quiere decir de forma espontánea con un “así no se dice” o un “lo dices mal”. Recordemos que es mucho mejor usar la corrección indirecta.

Al hablar de los trastornos de la voz en niños, se dieron pautar para evitar un mal uso o un abuso excesivo del aparato fonador. Si bien es casi imposible hacer que un niño no grite, si se puede controlar un poco en qué situaciones se puede hacer.

Se debe evitar también corregir más de una cosa a la vez dentro de un mismo enunciado. Por ejemplo, si el niño nos dice que “vo ugá co tose” (“voy a jugar con el coche”), y queremos que diga bien la palabra “coche”, nos centraremos sólo en esa palabra. De otra forma, volveríamos loco al niño con tantas palabras que corregir a la vez; mejor de una en una y a su debido tiempo.

Muy importante es el no corregir al niño usando lenguaje destructivo del tipo “tú siempre lo haces mal” (donde subrayamos la conducta negativa e ignoramos lo que hace bien), trato silencioso (negarnos a hablar o mirar al niño por haberlo hecho mal), “hazlo otra vez así y te enterarás…”

Este tipo de amenazas produce una sensación de miedo o rechazo, sintiéndose incapaz de compensarlo. En los niños pequeños es donde más efecto tiene, ya que se lo toman al pie de la letra. Los más mayores, por su parte, saben que realmente no les va a pasar nada.

Respecto al uso del chupete, biberón o si nuestro hijo se chupa el dedo, debemos evitar extender su uso más allá de los dos años de edad, ya que son elementos que si se usan de forma prolongada y abusiva, dificultan el correcto desarrollo de los órganos que se encargan del habla.

Del mismo modo, la alimentación de los niños debe ser acorde con su edad, ya que la masticación es parte de la ejercitación de los músculos que intervienen en el habla. Seguir con elementos que no ayuden a potenciarlos puede llevar a repercusiones posteriores en la realización de los movimientos necesarios para realizar los sonidos.

Todas estas cosas nos dan una idea sobre la importancia de saber estimular adecuadamente y apoyar a nuestros hijos en la adquisición y desarrollo del lenguaje, sin dejarlo todo a la suerte o al destino, sobre todo si tenemos sospechas de que puede haber problemas.

La falta de atención y apoyo durante este proceso ocasionan problemas de lenguaje, con los consiguientes efectos posteriores en su integración y adaptación al mundo, en el que el hablar bien es una cualidad importante y decisiva.

Por todo ello, aunque muchas veces sientan lo lo contrario, los padres son quienes más pueden ayudar a desarrollar el lenguaje de los niños, ya que son ellos con quien pasan la mayor parte del tiempo.

Foto | Upsiolon Andromedae en Flickr
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Qué pueden hacer los padres para ayudar a estimular el lenguaje (III)

Posted: 13 May 2011 11:00 PM PDT

Estimulación lenguaje III

Ya hemos visto que adaptar nuestro lenguaje al niño es muy importante en el desarrollo lingüístico. Así mismo, también comprobamos que es muy importante potenciar y favorecer los intercambios comunicativos con el niño. Hablemos ahora de las distintas técnicas que favorecen que el niño aprenda a hablar mejor.

Cuando nos disponemos a corregir los errores de pronunciación del niño, debemos hacerlo con tacto. No gritaremos ni nos exaltaremos. De este modo, no provocaremos en el niño sentimientos de vergüenza o impotencia ante su modo de hablar.

Es bueno incitar al mismo niño a querer hablar, al igual que se esfuerce por hacerlo de forma correcta siguiendo el modelo que le brinde el entorno en el que se mueve, en especial sus padres. Por eso, cuando dice una palabra por primera vez y la pronuncia mal, lo mejor no es responder en el acto “¡no se dice así!”; en su lugar, lo adecuado es sonreír como muestra de aprobación ante lo que nos ha dicho nuestro hijo, para luego repetir la palabra de la forma adecuada.

En muchas ocasiones las amistades y parientes bien intencionados consideran graciosas las expresiones incorrectas del niño (mejor eso que no malas o erróneas). Pero se logra el mayor bien para la adquisición del habla si se aprueba cuando el niño habla correctamente.

Esto no quiere decir que debamos exigirle al niño que hable como un adulto desde su primera palabra ya que, obviamente, habla, piensa y razona como el niño que es. Lo que buscamos es que vaya mejorando su expresión a medida que crece, acorde al grado en que sus padres le proporcionan las condiciones y oportunidades adecuadas para hacerlo.

No debemos olvidar que al principio el habla del niño es una imitación imperfecta del habla del adulto; la clave para conseguir que cada vez se parezca más son la paciencia y el buen ejemplo que los padres, y su entorno, le pueden dar.

Para lograr paulatinamente este correcto desarrollo del habla del niño, sin que llegue a frustrarse o sentir vergüenza por su forma de hablar, existen una serie de técnicas que todos los padres hemos hecho alguna vez con nuestros hijos, pero que no viene mal repasarlas.

  • Expansión: el adulto devuelve el enunciado del niño mejorando y ampliando su estructura (por ejemplo, el niño nos dice “vaso niño”. El adulto puede responder “Sí, este vaso es del niño”).
  • Extensión: se añade información del niño incorporando contenidos relacionados (por ejemplo, el niño nos dice “vaso niño” a lo que el adulto contesta “es grande”).
  • Incorporación: se va incorporando un enunciado infantil básico a otro más complejo (por ejemplo: estamos contando un cuento de caperucita roja, y al decirle el color nuestro niño nos dice “fresa”; nosotros podemos añadirlo a la historia diciendo algo parecido a “Caperucita tenía una capa roja como una fresa, y por eso la llamaban Caperucita Roja”).
  • Corrección indirecta: este aspecto es muy importante, ya que respondemos a una emisión del niño con un comentario natural que corrige su enunciado (por ejemplo: el niño nos dice “uego a peota” y nosotros comentamos en voz alta “¡que bien juegas a la pelota!”). Lo que hacemos aqui es corregir lo que él dice, pero sin ser tan directos como cuando se dice “No se dice así” o “míra como lo hago yo para hacerlo tú igual”. Con esta corrección tan directa, podemos generar los sentimientos negativos de los que hablábamos antes, tales como vergüenza o rechazo a hablar (para qué voy a hablar si lo hago mal).
  • Peticiones de clarificación: el adulto intenta que el niño revise su producción y se esfuerce en aclararla (por ejemplo, el niño nos dice que “va a cata (casa)”, y como no sabemos a qué se refiere exactamente, le preguntamos “¿vas a cantar?”).
  • Usar preguntas de respuesta abierta: usamos elementos que nos faciliten la continuidad de la conversación mientras que demuestren el interés que tenemos por lo que nos está contando (“¿qué pasa ahora?”, “¿y ahora…?”), den opciones al niño a que decida (“¿quieres helado o manzana?”), amplien la mente del niño (“¿qué está pasando?”, ¿cómo funciona esto?”) o estimulen la curiosidad (“¿qué?”, “¿quién?”, “¿dónde?”...).
  • Modelado: nosotros ejercemos un papel de modelo con el objetivo de que el niño imite dicho modelo para instaurar una determinada conducta verbal o corregir un error anterior. Normalmente se realiza en una situación de interés para el niño (por ejemplo: estamos jugando a esconder objetos. Una vez escondidos se llama en voz alto a los objetos mientras se buscan de modo que el niño nos imite).
  • Moldeamiento: el niño llega por aproximaciones sucesivas a expresar una palabra o enunciado. El adulto refuerza sistemáticamente cualquier aproximación del niño a la conducta esperada (por ejemplo: estamos jugando a hacer pompas y el niño quiere más, pero no lo expresa hablando. De pronto, el niño dice “ma” (u otro sonido). En ese momento, el adulto refuerza soplando para hacer pompas al tiempo que dice “¡muy bien!”, “¡más pompas!”).

Todas estas técnicas se usan diariamente sin nosotros darnos cuenta. No hace falta programar cuándo usar una u otra; al dejarnos llevar por la situación saldrán ellas solas. Usandolas de un modo adecuado, lograremos favorecer el desarrollo del lenguaje.

Foto |makelessnoiseen Flickr
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