Todo para Bebe: Los derechos naturales de los niños, ilustrados |
- Los derechos naturales de los niños, ilustrados
- Un fármaco para la migraña y epilepsia relacionado con defectos de nacimiento
- Agáchate y vuélvete a agachar
Los derechos naturales de los niños, ilustrados Posted: 06 Mar 2011 06:00 AM PST Hace una semana os hablábamos de los derechos naturales de los niños que el pedagogo italiano Gianfranco Zavalloni reivindicaba para los pequeños. Se trata de diez derechos que nos recuerdan las necesidades básicas de los niños y que podemos ilustrar con dibujos. Y es que estos derechos que se resumen en la premisa de dejar a los niños ser niños cuentan con varios proyectos de difusión, desde la traducción a todos los idiomas a la ilustración mediante estos bonitos dibujos que ofrecen el mismo mensaje en un código diferente. Las ilustraciones son un diseño de Vittorio Belli, y con su particular estilo ingenuo y colorido, creo que vendrían muy bien en muchas de las aulas de los coles y en nuestras casas para recordarnos cuál es la mejor manera de que los niños disfruten de su infancia de un modo natural.
Espero que os haya gustado este recorrido por los derechos naturales de los niños ilustrados, y os propongo un ejercicio de “naturismo” y de disfrute en familia de estas premisas que, también a nosotros, nos harán volver a la infancia. Vía | Diritti naturali dei bambini |
Un fármaco para la migraña y epilepsia relacionado con defectos de nacimiento Posted: 06 Mar 2011 12:00 AM PST Durante el embarazo, hay que asegurarse bien de los efectos que los medicamentos pudieran tener sobre la salud del feto y de la madre, por ello no debemos automedicarnos. Ahora un estudio ha puesto de manifiesto que un medicamento común para el tratamiento de la migraña aumenta el riesgo de que las madres embarazadas tengan hijos con un defecto congénito. La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por su sigla en inglés) indicó que nuevos datos demuestran que el fármaco denominado topiramato, vendido en forma genérica o a través de la marca Topamax, de Johnson & Johnson’s, puede causar labio leporino o paladar hendido en el bebé. Este fármaco se utiliza también para casos de epilepsia y la FDA emitió la advertencia en base a datos extraídos del Registro de Fármacos Antiepilépticos y Embarazo de Estados Unidos. Los funcionarios pidieron a los médicos que adviertan sobre estos riesgos a sus pacientes mujeres en edad fértil que estén tomando la medicación y consideren medicamentos alternativos que tienen un menor riesgo de defectos congénitos. Las deformaciones mencionadas ocurren cuando la boca no se desarrolla completamente, generando un “labio partido” o una apertura en el paladar, malformaciones que pueden provocar múltiples problemas de desarrollo debido a que hacen casi imposible que los bebés reciban una nutrición adecuada. Según los datos aportados por la FDA para lanzar su alerta, los fármacos con topiramato aumentan el riesgo de estos problemas durante el primer trimestre de embarazo. La prevalencia de labio leporino en los bebés expuestos a esta sustancia es de 1,4%, frente al 0,38% de los pequeños que no tuvieron exposición a la misma o el 0,55% de quienes estuvieron expuestos a otros fármacos antiepilépticos. En definitiva, el topiramaco tomado durante el embarazo se ha puesto en relación a defectos congénitos del bebé, por lo que si estás embarazada y padeces migrañas o epilepsia hay que asegurarse de que no está incluido entre los medicamentos que tomas. La advertencia en el prospecto y por parte de los profesionales también es necesaria. Vía | Buena salud |
Agáchate y vuélvete a agachar Posted: 05 Mar 2011 10:00 PM PST Hace escasos días que jubilé unos tejanos que compré el año pasado por tener la zona de las rodillas rota. Me sorprendió que duraran tan poco, aunque pronto encontré las razones: primera, que me gustaban y por eso los usaba a menudo, segunda, que la moda de llevar los pantalones algo desgastados hace que, efectivamente, lleves como nuevos pantalones que ya están desgastados y tercera, que no es difícil verme arrodillado cuando estoy con mis hijos. Mientras recordaba estas tres razones llegué al inicio de este acto y me di cuenta de que una de las personas que me inculcó, en primera instancia, el agacharme para comunicarme y jugar con los bebés fue la Supernanny (aunque creo que lo haría igualmente). Parece mentira, pero es cierto. En la TV3 (televisión autonómica de Catalunya) hace ya años que emiten traducido el programa de la Supernanny inglesa (Jo Frost) y lo vi en varias ocasiones incluso antes de tener hijos. Muchas de sus recomendaciones me gustan poco o nada, porque suponen un beneficio a corto plazo, pero un probable inconveniente a largo plazo, pero de entre ellas me quedé con una que me encantó: agáchate y vuélvete a agachar. Mirando a los ojos para hablarLa mejor manera de llamar la atención de un interlocutor y de demostrarle a la vez que le estás escuchando es mirándole a los ojos. Además, es la más respetuosa, porque demuestras contacto y otorgas importancia a las palabras del otro (por eso hablar con alguien que no te mira o que lleva gafas de sol nos molesta, porque no vemos sus ojos y no vemos lo que nos expresa). Con los niños la comunicación funciona exactamente igual. Todos los niños agradecen que te pongas a su nivel a la hora de hablarle y que lo hagas, sobretodo, a la hora de escucharle. Ellos entienden que les estás haciendo caso, que les das pie a expresarse y, lo que es más importante, que lo que tienen que decirte te importa. De igual modo, como casi siempre hablamos de pie, lo que ellos perciben en el momento en que nos agachamos, les miramos a los ojos y les hablamos es que lo que les vamos a decir no es trivial, sino que queremos que lo escuche, ya sea porque es algo importante que deben saber, ya sea porque queremos expresarles un sentimiento (que le queremos mucho, por ejemplo, o que estamos enfadados por algo, quizás). Agáchate para jugar con ellosMuchos padres no pasan demasiado tiempo con sus hijos porque realmente no saben a qué jugar con ellos. Buscan otras tareas que les mantenga ocupados o atienden a sus hijos sólo cuando ellos les llaman (y a veces ni eso), sin encontrar ese punto de conexión en que padres e hijos disfrutan del tiempo juntos. Ante estos casos la recomendación es simple: agáchate para jugar con ellos. Siéntate a su lado, conviértete en espectador y juega cuando tu hijo te haga participar. Los niños no necesitan un monitor de juego ni un guía que les enseñe a jugar, porque ellos ya saben jugar. De hecho tienen una creatividad muchas veces superior a la nuestra y cuando nosotros elegimos juegos les limitamos en cierto modo. Lo que ellos necesitan es que estés ahí y no precisamente cuando te llamen, sino también (y sobretodo) cuando estén jugando tranquilos en su habitación. Así les demuestras que quieres pasar tiempo con ellos, que te gusta compartir juegos, escucharles, hablar y en definitiva que ellos son personas importantes en nuestras vidas. En definitiva, agáchate y vuélvete a agachar es una “técnica” (entrecomillo porque no es más que una manera de hacer las cosas) que nos acerca al mundo de los niños, a sus vidas y a su entorno, básicamente, porque nos ponemos a su altura visual y entramos de lleno dentro de su campo de juego. Foto | Nezemnaya en Flickr |
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