Todo para Bebe: ¿Es la violencia obstétrica una forma de violencia contra las mujeres?

domingo, 28 de noviembre de 2010 |

Todo para Bebe: ¿Es la violencia obstétrica una forma de violencia contra las mujeres?


¿Es la violencia obstétrica una forma de violencia contra las mujeres?

Posted: 28 Nov 2010 10:34 AM PST

Ve el video en el sitio original.

Se celebró recientemente el Día Internacional para la Erradicación de la Violencia contra la Mujer, una forma de violencia que se ejerce contra las mujeres por el hecho de serlo. Algunos colectivos nos invitan a reflexionar sobre la existencia de una forma de violencia sexista que denominan Violencia Obstétrica.

La Violencia Obstétrica

La Violencia Obstétrica , según estos colectivos y la legislación de países como Argentina, consiste en la apropiación del cuerpo de la mujer y el proceso del parto por los profesionales de la medicina, considerando patológicos todos los partos, convirtiendo a la mujer en paciente de manera automática y realizándose actos médicos y farmacológicos rutinarios sin permitir que la parturienta participe activamente en las decisiones sobre su propio cuerpo.

En este modelo que algunos colectivos y la legislación de algunos países consideran violencia la mujer deja de poder tomar decisiones informadas y se le aplican protocolos que impiden que se mueva, coma, beba, decida la postura en la dilatación o el expulsivo, se pincha la bolsa o se aplica episiotomía sin necesidad médica real y se le introducen de manera protocolaria, no necesaria, medicamentos que aceleran el parto provocando problemas en el proceso natural que podría suceder de forma normal si no se interviniera.

¿La atención al parto puede implicar una manera de violencia?

Hasta hace poco este tipo de atención era normal en España y era vivida, por algunas mujeres, como una agresión hacia sus personas, unido esto además, a un trato deshumanizado y hasta agresivo, con palabras y actitudes muy duras.

Esto alcanza sus mayores cotas en casos de mujeres que solicitaron una atención menos medicalizada, mujeres que sufren cesáreas y lo peor, mujeres que deben parir un hijo muerto o que muere en el parto.

Además, separar a los bebés de sus madres sin necesidad es también una forma de violencia institucionalizada que pueden, madre e hijo, vivir de manera traumática.

Mi experiencia personal

Yo, y os lo cuento desde mi experiencia personal, si me sentí violentada y maltratada en mi parto. Me trataban como una niña tonta, no decían mi nombre sino un genérico “Mary”, entraban y salían multitudes que ni se presentaban ni decían que venían a ver, por lo menos había diez estudiantes cuando rompieron la bolsa y nadie me dijo que podía negarme, sin explicar apenas lo que hacían, sin permitir en los momentos de intervención que estuviera delante mi marido.

Me aplicaron protocolos que se que son innecesarios, como romperme la bolsa o cortarme para que saliera el bebé, me medicaron con oxitocina a veces provocándome contracciones salvajes y luego bajando el flujo, sin explicar nada y sin posibilidad de anestesia porque no había anestesista disponible, y este, cuando apareció, era tarde porque estaba en expulsivo.

Se llevaron a mi hijo sin dejarme tocarlo, no me informaron de las razones reales de la inducción, que hoy estoy segura que no era necesaria, ni mucho menos me explicaron razones médicas para que se lo llevaran, pues no las había.

Tras ponerme mil trabas para conseguir el informe médico completo me he ocupado de analizarlo con la ayuda de ginecólogos y no aparecen todos los datos de lo que me hicieron ni se justifican las intervenciones. Hasta pone que me pusieron epidural y no llegaron a poder hacerlo porque al ir a pincharme empecé a pujar de manera incontrolable y en cinco minutos había nacido mi hijito.

Incluso, cuando me llevaban a ponerme una epidural que llegó tarde pero que con una inducción desde 0 es normalmente previsible, me echaron una bronca y me llamaron quejica pues, tras diez horas inmovilizada y dilatada ahora se que de 9 o 10, no me podía mover sola. Y digo de 10 porque cuando llegué a la sala de partos, cuando se suponía que pensaban ponerme epidural, ya estaba en completa y en expulsivo.

Me sentí humillada, como un animal llevado al matadero, maltratada física y emocionalmente. Un parto no debería ser así. Tardé años en poder revivir mi parto y verbalizar los sentimientos negativos, el miedo y la soledad, el dolor y la manera en que me sentí maltratada.

Cambios en el modelo de atención al parto

Hoy, en el hospital donde nació mi hijo ahora aplican el método canguro en los nacimientos pues está claro que es mejor para los bebés. Hoy no se lo habrían llevado y yo no habría vivido aquellos momentos de soledad y miedo, sin saber si estaba muriendo o le pasaba algo malo sin poder siquiera haberlo tocado. En una hora no apareció nadie para decirme nada ni tampoco informaron a mi pareja.

Aunque la atención al parto no ha mejorado demasiado en este centro, al menos a los bebés no se los llevan. Y en otros hospitales ya se atiende los partos de manera más respetuosa.

La extensión de los protocolos de atención al parto normal en muchos hospitales deberían suponer un gran cambio, pero sigue habiendo fuerte resistencia en algunos centros y hay mujeres que siguen sintiendo que se las trata mal en sus partos, y sobre todo si hay una cesárea innecesaria, o si su hijo ha fallecido. No me sirve de consuelo el cambio de protocolos, pero si de esperanza para el futuro.

¿Existe la Violencia Obstétrica?

Os dejo, para ilustrar este tema, el vídeo del corto que Itziar Bollaín hizo para denunciar esta forma de trato o maltrato que siguen las mujeres sufriendo en sus partos. Ya lo habíamos visto en Bebés y más, pero creo que merece la pena recordarlo.

Así, desde mi vivencia, desde las vuestras, desde la legislación de algunos países que ya contemplan este término como lo es Argentina, desde los cambios actuales en el modelo de atención, os pregunto ¿consideráis que existe la violencia obstétrica y que es una forma de violencia contra la mujer?

Más información | El Parto es Nuestro




Libro para imprimir y colorear "En la granja"

Posted: 28 Nov 2010 06:00 AM PST

colorear granja

Mi hija mayor está disfrutando de una etapa pintora muy intensa, por lo que intentamos hacernos con distintos recursos para colorear. Hoy os hablamos de un bonito libro para imprimir y colorear en casa, “En la granja”.

Se trata de una publicación online del portal de la Unión Europea, un interesante recurso gracias al que los pequeños de la casa podrán aprender sobre agricultura y ganadería al tiempo que van pintando los dibujos.

Los animales de la granja, qué alimentos se obtienen de ellos, cómo se trabaja la tierra y se recoge la cosecha, las frutas, los cereales… Sin duda un bonito paseo por los habitantes, trabajos y productos salidos de las granjas, interesante para los niños que no tienen posibilidades de ver granjas reales.

No nos lo hemos imprimido entero, pero sí hemos seleccionado algunos dibujos que más nos gustaban y nos hemos puesto a hablar sobre ellos y pintarlos. Es fabuloso todo lo que los niños aprenden con interés, descubriendo cada dato de la naturaleza como algo fascinante.

El libro para imprimir y colorear “En la granja” les enseña de dónde vienen los productos que llegan a las estanterías del supermercado y a nuestra mesa, pues hasta llegar ahí han recorrido un proceso necesario e importante que conviene valorar. Y, cómo no, disfrutarán coloreando vacas, gallinas, cerdos, caballos, árboles, tractores…

Sitio Oficial | Europa
En Bebés y más | Caretas de animales para imprimir y colorear, Cuentos para colorear, Marionetas para imprimir y colorear




La irresistible atracción del agua del inodoro

Posted: 28 Nov 2010 02:23 AM PST

vater

Del mismo modo que en el parque hay elementos hipnóticos para nuestros hijos, en casa vamos descubriendo que lo más insospechado se convierte en una manera divertida de pasar un rato. Como el agua del inodoro, que ejerce una irresistible atracción para los más pequeños.

Si no teníamos costumbre de cerrar la tapa del váter, seguramente con la llegada de los hijos al final ese hábito se ha impuesto. Y aunque esa nueva costumbre haya reconciliado a muchas parejas desavenidas por las típicas discusiones de por qué dejar la tapa abierta, no sirve demasiado para prevenir que nuestros hijos acaben metiendo las manos en el agua del inodoro o bañando en él a su muñeco favorito.

Y es que existen muchas variantes para convertir el agua del váter en un juego. Por supuesto, salpicar y chapotear hasta el infinito, lavarse las manos, meter la ropa como si fuera la lavadora, bañar a los muñecos… ¡Como para olvidarse alguna vez de tirar de la cadena!

También, como ya nos contó Armando en la guía no oficial de juguetes, la escobilla es uno de los objetos preferidos de los peques y la pueden emplear para dar lustre al váter por muy limpio que esté y luego repartir el agua por los alrededores, fregando o “limpiando” las paredes. ¡Bravo por los baños alicatados!

Cuando los niños empiezan a tener cierta autonomía para moverse por casa, sólo quieren descubrir y experimentar, imitar a los mayores… a su manera. Así que o cerramos las puertas de los baños o difícilmente evitaremos que acaben jugando con el agua del váter en algún u otro momento.

Seguramente, existirá algún artilugio para asegurar la tapa y que no la puedan abrir los niños, aunque de momento vamos controlando esas incursiones más o menos a tiempo… ¡Ni un segundo a solas!

Os recordamos que si guardáis algún documento gráfico de vuestros hijos disfrutando de la irresistible atracción del agua del váter o cualquier otra trastada, podéis contactar con nosotros a través de la dirección de e-mail historiasdepadres@bebesymas.com y enviar una o más fotos del momento para aparecer en “La última trastada de mi hijo”.

Foto | Whatsername? en Flickr-CC
En Bebés y más | Precaución también en el cuarto de baño, Precauciones a tomar cuando empiezan a gatear, La última trastada de mis hijos




Controlando las necesidades consumistas de los niños

Posted: 28 Nov 2010 12:00 AM PST

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Los mejores clientes de los supermercados son los padres que acuden con sus hijos, porque acaban llevándose a casa unas cuantas cosas que no tenían previstas y porque acaban comprando marcas con las que no contaban porque junto con los productos vienen de regalo artículos que llaman la atención de los niños.

Bien, pues para evitar esto hay algunas soluciones que pueden llevarse a cabo. Una de ellas sería, directamente, ir a comprar sin los niños, mientras están en el colegio o quedándose con otra persona para evitar que los ojos salten de sus órbitas pidiendo y pidiendo. Otra sería dialogar y negociar con los niños mientras estamos allí. Podemos acceder a comprar algo de lo que nos piden a cambio de no comprar otras cosas que también querrían tener o simplemente comprar sólo lo que necesitamos porque “lo siento, pero no podemos gastar en cosas que no necesitamos”, según cada padre o madre decida en cada momento.

Finalmente parece haber otra opción, que personalmente no contemplaba ni se me había ocurrido, que es dejar al niño en la entrada, metido en la taquilla hasta que los padres acaben de hacer la compra. Es práctica y funciona seguro (objetivo conseguido), ahora bien, dan ganas de coger a los padres a la salida y encerrarles a ellos también. Como se dice habitualmente, “para mear y no echar gota”.

Vía | No puedo creer que lo hayan inventado
En Bebés y más | Marketing infantil (vídeo), Seguro que no ganaría el concurso a la mejor madre




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