Todo para Bebe: Cronología de los miedos infantiles

lunes, 11 de octubre de 2010 |

Todo para Bebe: Cronología de los miedos infantiles


Cronología de los miedos infantiles

Posted: 11 Oct 2010 08:21 PM PDT

Miedos infantiles

Las manifestaciones del miedo son distintas en cada niño, así como la intensidad del sentimiento y su naturaleza. Pero sí se puede establecer cierto patrón cronológico de los miedos infantiles, cómo evolucionan estos miedos a medida que el niño va creciendo.

Los miedos que siente el bebé y el niño son variados, y en un intento de sistematización, los psicólogos estadounidenses Thomas R. Kratochwill y Richard J. Morris establecen una tabla de los miedos infantiles considerados “normales”.

En su obra “Treating children’s fears and phobias: a behavioral approach” (“El tratamiento de los miedos y las fobias de los niños: un enfoque conductual”) observamos la siguiente evolución de los miedos infantiles.

  • Bebés de 0-6 meses: pérdida súbita de la base de sustentación (del soporte) y ruidos fuertes.
  • Bebés de 7-12 meses: a las personas extrañas y a objetos que ve de manera inesperada.
  • Niños de 1 año: separación de los padres, a los retretes, heridas, extraños.
  • Niños de 2 años: ruidos fuertes (sirenas, aspiradores, alarmas, camiones…), animales, oscuridad, separación de los padres, objetos o máquinas grandes y cambios en el entorno personal.
  • Niños de 3 años: máscaras, oscuridad, animales, separación de los padres.
  • Niños de 4 años: separación de los padres, animales, oscuridad y ruidos.
  • Niños de 5 años: animales, separación de los padres, oscuridad, gente “mala”, lesiones corporales.
  • 6 años: seres sobrenaturales, lesiones corporales, truenos y relámpagos, oscuridad, dormir o estar solos, separación de los padres.
  • 7-8 años: seres sobrenaturales, oscuridad, temores basados en sucesos emitidos en los medios de comunicación, estar solos, lesiones corporales.
  • 9-12 años: exámenes, rendimiento académico, lesiones corporales, aspecto físico, truenos y relámpagos, muerte y, en pocos casos, a la oscuridad.

Es decir, que mientras los miedos son naturales y universales, suelen ser pasajeros y cambian y evolucionan en la misma persona, pudiéndose superar.

Como padres debemos procurar la prevención y superación de los miedos, así como el comportamiento prudente ante situaciones peligrosas.

Y aunque los miedos infantiles forman parte de un proceso de crecimiento, también pueden resultar señales de alerta, por lo que no hay que minimizarlos y, antes nuevas manifestaciones, pensar si se derivan de nuevas circunstancias en la vida de los pequeños.

En definitiva, a pesar de que el miedo es un sentimiento natural y tiene un punto de conexión con la naturaleza de la humanidad y con la necesidad de preservar la vida, no es agradable para nadie, y los padres podemos y debemos mitigar esos miedos de nuestros hijos conforme evolucionan.

Vía | Consumer
Foto | aeneastudio en Flickr-CC
En Bebés y más | El miedo repentino al baño, Cómo actuar ante los miedos infantiles, El mundo de los miedos infantiles, Cómo ayudarle a superar los miedos noctrunos




Déficit de vitamina B en bebés y niños

Posted: 11 Oct 2010 01:00 AM PDT

Déficit de vitamina B en bebés y niños

Un tema recurrente y que siempre es actual son los posibles déficits nutricionales en los niños. Aunque es cierto que en los países desarrollados es muy difícil que se produzcan, también es verdad que es necesario que el niño reciba una dieta variada para cumplir esta premisa.

El problema está en que a veces es difícil hacer una dieta variada en un niño, sobre todo los más pequeños, que pueden rechazar muchos de los alimentos que se le ofrecen. Esto es una etapa transitoria pero que a veces se puede convertir en un serio problema si no se tiene el tiempo y la paciencia suficiente para lograr salvar ese rechazo del niño a determinados alimentos.

La mejor forma de disminuir este riesgo consiste en consultar siempre la alimentación del niño con el pediatra y “jugar” con la elaboración de los platos, de forma que el profesional pueda certificar la suficiente variedad y calidad nutricional de los alimentos y el niño asocie comer con algo divertido. Aún así es muy frecuente que muchos padres alberguen dudas sobre posibles déficits en este rango de edad, siendo uno de los más consultados el de posible déficit de vitaminas.

En otras zonas el problema es que el acceso a los alimentos que contienen estas vitaminas está limitado o es difícil.

La llamada “vitamina B” realmente no es un solo compuesto, sino un grupo de sustancias de las que las más importantes en caso de presentar déficit son la tiamina, la riboflavina, la niacina, la B6, el folato, la B12, la biotina y el ácido pantoténico.

En este post se tratan los principales aspectos relacionados con el déficit de este grupo de sustancias, como las causas, síntomas y tratamiento.

Por qué se produce el déficit de vitamina B

Dado que la vitamina B no es una sola sino que es un grupo de sustancias, en general el denominador común a todas ellas es que para que se produzca un déficit de vitamina B (ó vitaminas B) es necesario que el niño ingiera una dieta con poca variedad y diversidad de alimentos.

En función de qué compuesto del grupo se trate, se encontrará con mayor facilidad en determinados alimentos. En general y a modo de resumen, los lácteos, la carne, los cereales y las verduras suelen ser ricos en los diferentes compuestos que integran el grupo de las vitaminas B.

En zonas donde es más difícil acceder a estos alimentos es mucho más fácil ver alteraciones secundarias al déficit de alguno de los componentes del grupo de las vitaminas B.

A veces el problema reside en que el niño tiene otra patología asociada que le condiciona problemas en la digestión o absorción de determinados nutrientes, lo que puede desencadenar también déficit de algunos de los compuestos incluídos en el grupo de las Vitaminas B.

También pueden verse algunos déficits en los vegetarianos estrictos, aunque esto lógicamente es algo muy raro en la infancia.

Síntomas del déficit de vitamina B

Los síntomas dependen también de la sustancia en concreto que esté deficitaria, aunque por lo general la mayoría producen síntomas y cuadros a nivel del sistema nervioso. Entre los síntomas más frecuentes a este nivel se encuentran los cuadros de picor, molestias, dolor e incluso parálisis. A veces lo que se evidencian son cambios de carácter en el niño. También pueden verse cuadros de afectación de la vista o incluso daño cerebral, en los casos más severos.

También se pueden ver síntomas en la piel, como diferentes variedades de dermatitis, o afectación de otros órganos como el corazón.

Los síntomas dependen no sólo del compuesto que sea deficitario (por ejemplo, el déficit de tiamina es el causante del beriberi), sino que la gravedad de los síntomas depende de la importancia del déficit. De ahí la importancia de realizar adecuadamente los controles de seguimiento del niño sano y aportar una dieta completa y variada.

Tratamiento del déficit de vitamina B

El tratamiento del déficit de vitamina B (ó vitaminas B) depende del compuesto que se objetive como deficitario y de la gravedad de los síntomas que presente el niño.

En los países desarrollados es muy difícil ver un déficit de vitaminas B, y mucho más un déficit grave. En estos casos puede que el niño requiera estudios para estimar otros procesos (que por ejemplo alteren la absorción de las vitaminas) o bien ser ingresado para tratar los síntomas.

En los déficit leves el pediatra estudiará el grado de déficit y pautará la medicación adecuada, cuya pauta debe ser siempre cumplida.

Foto | AmazonCARES, Flicker licencia CC

En Bebés y Más | Vitaminas esenciales para el recién nacido, Déficit de vitamina A en bebés y niños, Errores frecuentes en la alimentación infantil, Errores frecuentes en la alimentación infantil (II)




Vacunación frente a la gripe ¿conviene vacunar a mi hijo?

Posted: 10 Oct 2010 09:00 PM PDT

vacuna

Hace unos días que ha empezado la campaña de vacunación antigripal en distintos lugares de nuestra geografía, pero no se trata de vacunas que tengan que llegar a toda la población. En el caso de niños y adolescentes, existen ciertas recomendaciones de vacunación antigripal en la infancia.

Fuera de esos casos de riesgo, en principio no hay por qué administrar las vacunas a los pequeños, aunque los especialistas señalan que los niños mayores de seis meses (los bebés más pequeños no pueden recibir la vacuna) no incluidos en grupos de riesgo pueden vacunarse frente a la gripe estacional si sus padres lo solicitan o su pediatra lo considera oportuno.

Se trata de unos consejos redactados por el Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría para la vacunación frente a la gripe estacional 2010-2011, centrada en la infancia y adolescencia.

En ellos, nos recuerdan que la vacunación frente a la gripe estacional es una estrategia especialmente beneficiosa cuando va dirigida a personas, niños y adultos, que se incluyen en los grupos de población considerados de riesgo.

Pertenecen a estos grupos de riesgo aquellos niños que, debido a la enfermedad de base que padecen o por el tratamiento que reciben, en el caso de sufrir la infección por el virus de la gripe, pueden padecer formas más graves de la enfermedad, con un incremento de las complicaciones y con una mayor mortalidad global.

En relación a la infancia y a la adolescencia, el Comité Asesor de Vacunas recomienda la vacunación antigripal en:

Vacunas para niños mayores de 6 meses y adolescentes (grupos de riesgo)

En las siguientes situaciones o enfermedades de base sí estaría recomendada la vacunación antigripal:

  • Enfermedad respiratoria crónica (incluyendo asma e hiperreactividad bronquial).
  • Enfermedad cardiovascular crónica.
  • Enfermedad metabólica crónica (diabetes…).
  • Enfermedad renal o hepática crónica.
  • Enfermedad inflamatoria intestinal crónica.
  • Individuos con inmunodepresión o inmunodeficiencia (congénita o adquirida).
  • Asplenia funcional o anatómica.
  • Enfermedades oncológicas.
  • Enfermedad neuromuscular crónica y encefalopatías moderadas y graves.
  • Enfermedades hematológicas moderadas-graves.
  • Malnutrición.
  • Obesidad mórbida (IMC ≥ 3 desviaciones estándar).
  • Sd. de Down y otras cromosomopatías graves.
  • Niños y adolescentes (de 6 meses a 18 años) en tratamiento continuado con ácido acetilsalicílico.
  • Embarazo (adolescentes).

Otras recomendaciones de vacunación frente a la gripe

También sería recomendable la administración de la vacuna antigripal para los niños mayores de 6 meses y adolescentes sin patología de base pero que conviven con pacientes (niños o adultos) pertenecientes a los grupos de riesgo anteriores.

También deben vacunarse frente a la gripe estacional todos los adultos que sean contactos domiciliarios (convivientes o cuidadores) de niños, adolescentes o adultos que pertenezcan a los grupos de riesgo.

Los bebés menores de seis mese no pueden recibir la vacuna, por lo que es especialmente importante la vacunación del entorno familiar cuando existan lactantes menores de 6 meses de edad con factores de riesgo.

La AEP nos recuerda que la vacunación antigripal en todos estos pacientes y en sus contactos domiciliarios representa un beneficio evidente y constituye una oferta de salud incuestionable.

También reivindican la implicación del personal sanitario, las autoridades sanitarias y todos los agentes sociales, para transmitir a la población, y de forma especial a los padres de niños y adolescentes pertenecientes a los grupos de riesgo estas recomendaciones de vacunación frente a la gripe estacional.

Anualmente, la Organización Mundial de la Salud establece las cepas de virus de la gripe que deben contener estas vacunas. Este año, la vacuna frente a la gripe estacional incluye el virus de la gripe A H1N1 que apareció en 2009, y que como sabemos prácticamente ha pasado desapercibida en nuestro entorno.

En cualquier caso, esperamos que estas recomendaciones os hayan aclarado si es conveniente o no vacunar a vuestros hijos, y os recordamos que ante cualquier duda lo mejor es hablar directamente con el pediatra.

Vía | Vacunas AEP
En Bebés y más | La vacuna de la gripe en embarazadas, ¿protege o no al bebé?, ¿Qué pasaría si dejamos de vacunar a nuestros hijos?, Preguntas frecuentes sobre las vacunas




No hay comentarios: