Todo para Bebe: ¿Qué es el calostro?

jueves, 3 de junio de 2010 |

Todo para Bebe: ¿Qué es el calostro?


¿Qué es el calostro?

Posted: 03 Jun 2010 06:52 AM PDT

bebedormido

El calostro es el líquido precursor de la leche materna, segregado por las glándulas mamarias durante el embarazo y los días inmediatamente posteriores al parto y que le proporciona al bebé todo lo que necesita en esos primeros días de vida.

El calostro está compuesto por inmunoglobulinas, agua, proteínas, grasas, carbohidratos y otros componentes, conformando un líquido seroso y amarillo, aunque su composición no siempre es exactamente igual.

Podemos hablar de precalostro y calostro antes de pasar a la leche de transición y a la leche madura, es decir, nos situamos al final del embarazo y en los primeros días tras el parto.

El precalostro

El precalostro se produce durante la gestación. Los pechos se van preparando durante el embarazo para la lactancia, y uno de los resultados es esta secreción que precede al calostro y a la leche madura.

Es una secreción mamaria en la luz de los alvéolos, compuesto por exudado de plasma, sodio, cloro, células, inmunoglobulinas, lactoferrina, seroalbúmina y una pequeña cantidad de lactosa. En los últimos meses de embarazo se pueden producir pequeñas pérdidas de calostro.

Esta “primera leche” se produce a medida que las células del centro de los alvéolos se disuelven y fluyen por los conductos mamarios hasta llegar al pezón.

El calostro

El calostro se produce en los primeros 3-4 días del postparto, un fluido amarillento y espeso, compuesto por precalostro que se mezcla con la leche que comienza a producirse. Su volumen alcanza unos 2 a 20 mililitros por toma en los primeros 3 días postparto, suficiente para satisfacer las necesidades del recién nacido.

Produce unas 54 Kcal por cada 100 mililitros, contiene 2,9 gramos por 100 mililitros de grasa, 5,7 g / 100 ml de lactosa y 2,3 g / 100 ml de proteínas (3 veces más proteínas que la leche madura). Se destaca su alta concentración en IgA y lactoferrina (proteínas que ayudan al cuerpo a combatir infecciones), junto a su contenido en linfocitos y macrófagos (100.000 / mm3), lo que le confiere una acción protectora al bebé frente a los gérmenes, ya que las células no son destruidas en el aparato digestivo del lactante.

Junto a ello, la elevada cantidad de oligosacáridos (20 g/L) confiere al recién nacido una eficiente protección contra los gérmenes del medio ambiente. Entre las vitaminas liposolubles de alta concentración en el calostro, destaca el b-caroteno (responsable del color amarillento).

Diferencias entre el calostro y la leche madura

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Si lo comparamos con la leche madura, ambos tienen componentes antiinfecciosos tanto humorales (inmunoglobulinas, enzimas, lactoferrina, factor bífido, prostaglandinas y otras sustancias inmuno reguladoras) como celulares (macrófagos, linfocitos, granulocitos neutrófilos), pero se observan algunas diferencias.

Las más evidentes apreciables a simple vista son el color y la consistencia. El calostro pasa de ser amarillento y consistente, grueso, a una leche blanca (generalmente) y más ligera.

El calostro contiene menos cantidades de lactosa, grasa y vitaminas hidrosolubles, mientras que contiene mayor cantidad de proteínas, vitaminas liposolubles (E, A, K), carotenos y algunos minerales como sodio (que le confiere al calostro un sabor ligeramente salado) y zinc.

El abundante componente celular del calostro (macrófagos, neutrófilos, linfocitos B y T) es secretado por la vía paracelular, a través de soluciones de continuidad entre las células alveolares.

Como hemos comentado, en el calostro destaca la alta la concentración de las proteínas protectoras Ig A y lactoferrina, y aunque se diluyen al aumentar la producción de leche, se mantiene una producción diaria importante más adelante.

A partir del cuarto día se produce la leche de transición que dará paso a la leche madura, siempre de acuerdo a las necesidades del bebé. El calostro es el primer y fundamental alimento del bebé que le proporciona todo lo necesario para sus primeros días de vida.

Más información | Unicef, MedUnne
Foto | Flickr (gregoryjameswalsh)
En Bebés y más | El reflejo de succión y la producción de leche, Por qué se aconseja lactancia materna hasta los dos años o más, La importancia del calostro, Pérdidas de calostro durante el embarazo




La foto de tu bebé: Pau recién nacido

Posted: 03 Jun 2010 05:00 AM PDT

pau

Hoy en nuestro repaso semanal por las fotos de vuestros bebés vamos a fijarnos en esta tierna imagen de Pau recién nacido durmiendo plácidamente. Pau nació en Alcoy (Alicante, España) hace apenas un mes.

En la fotografía aparece cuando tenía tan solo tres días de vida. Su papá nos cuenta que de momento el pequeño es muy tranquilo y pasa el tiempo comiendo y durmiendo, como no podía ser de otra manera…

La imagen me ha encantado por la tranquilidad que transmite, y porque es un bebé precioso, en esa postura acurrucada que tantos bebés recién nacidos muestran.

Agradecemos a su papá que haya querido compartir esta tierna imagen y aprovecho para recordar que los papás y mamás que quieran tener la oportunidad de ver una fotografía de su bebé en Bebés y más que pueden subir las imágenes a nuestro grupo en Flickr.

Foto | Raul Soler en Flickr
En Bebés y más | La foto de tu bebé




¿Vestir a los hermanos igual?

Posted: 02 Jun 2010 11:00 PM PDT

iguales

Hace años era más frecuente que hoy vestir del mismo modo a los hermanos de distintas edades (y no hablemos ya de los gemelos), o al menos así me lo parece. Sobre todo en ocasiones especiales, días de fiesta, pero también para el día a día.

De este modo, tenemos dos o más versiones del mismo modelo a distintos tamaños, algo que personalmente me resulta gracioso pero de momento no he “aplicado” con mis hijas. Claro, que hablamos de algo “gracioso” cuando la ropa va acorde a mis gustos, porque ver dos niños o niñas vestidos de “pimpollos” pues no me gusta, como si fuera uno solo.

Pero como digo mis hijas no han ido vestidas igual, primero, porque a mi marido no le resulta tan gracioso como a mí, tal vez porque él sí que “sufrió” el ir vestido igual que su hermano. Después, porque no es frecuente encontrar los mismos modelos para bebés pequeños y una niña de dos años.

Más adelante, cuando la pequeña deje de ser un bebé y pase a la sección de moda de “mayores” ya será más sencillo encontrar las mismas prendas.

Lo que sí sucede es que suelen ir muy del mismo estilo, es lógico, somos los papis los que decidimos de momento qué ropa hay en el armario... Aunque Mar, con dos años y medio, ya empieza a escoger de entre su fondo de armario.

Como mucho, lo más parecidas que han ido mis hijas ha sido cuando he encontrado dos vestidos del mismo corte y estilo pero de distinto color, y eso sí que lo han llevado puesto al mismo tiempo (a mí se me caía la baba, claro).

Desde el punto de vista práctico, ventajas de ir vestidos igual podría ser el no tener que escoger dos o más veces ropa para cada uno. Aunque por el otro lado, la ropa si no hay mucha diferencia de edad acaba confundiéndose o tenemos que ir mirando las etiquetas para saber cuál es de quién…

Si llega un hermanito más adelante y decidimos seguir la tradición, la monotonía en las fotos familiares está asegurada.

De cualquier forma, creo que los papis que deciden llevar a sus hijos vestidos igual no lo hacen a diario (a no ser que vayan de uniforme en el cole), pero sí para ciertas ocasiones especiales. Seguro que en fechas de navidad o comuniones las ventas de modelitos a pares aumentan.

Aunque lo lógico sería que conforme van creciendo ellos mismos vayan determinando sus gustos y casi con toda seguridad los gustos de los hermanos no van a coincidir por completo.

Tendríamos que preguntarles a ellos, a nuestros hijos, qué les parece ir vestidos del mismo modo, pero como quienes nos leen son los papis os pregunto a vosotros, ¿os gusta la idea de vestir a los hermanitos igual o preferís que lleve cada uno la ropa diferente?

En Bebés y más | Uniformes en el colegio, ¿sí o no?, Tus hijos no son tuyos, Compartir habitación con el hermano, ¿sí o no?




"No lo cojas en brazos, que se acostumbra"

Posted: 02 Jun 2010 09:00 PM PDT

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La crianza de los niños está llena de consejos y sugerencias relacionados con el acostumbrarse o con el no acostumbrarse.

La mayoría de padres y madres escuchamos y leemos consejos que recomiendan no hacer según qué cosas para que no se acostumbren y otros que recomiendan hacer algunas otras para que sí se acostumbren.

El problema es quién o qué determina cuáles son las cosas a las que se tienen que acostumbrar y cuáles son las que no deberían hacerse rutinarias, para evitar acostumbrarse.

Para ejemplificar lo que quiero explicar me centraré en un "no hacer", que se acostumbra: No lo cojas en brazos, que se acostumbra.

Estoy seguro que cualquier padre o madre puede decir sin mentir que en algún momento ha recibido este consejo de boca de algún familiar, amigo, conocido, pediatra, enfermera, psicólogo, cajera, señora mayor que se acerca a ver al bebé, señora de la limpieza de la escalera u otros.

Hay padres y madres a los que les molestan estas situaciones, y hay otros a los que ya nos da un poco igual. Según se tercie damos las gracias por el consejo o bien argumentamos nuestra posición al respecto.

Bien, la reacción de los padres no es el tema que quiero tratar hoy, aunque sí quiero decir que personalmente he llegado a la conclusión de que la gente lo hace (creo), con la mejor intención del mundo. Luego, como se dice habitualmente, cada uno que haga lo que quiera.

No lo cojas en brazos, que se acostumbra

Vuelvo al tema… Por alguna razón que desconozco (o que conozco y querría desconocer), en algún momento de la historia se nos empezó a decir a los padres que los niños tenían que vivir separados de nosotros, casi ajenos al calor humano y al contacto que suponen los brazos.

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Muchos padres hemos oído esta recomendación (a mí me dijeron "este niño está mucho en brazos, ¿no?") y la hemos desechado, normalmente, porque pensamos que los niños son animales mamíferos que precisan de la cercanía de sus padres para desarrollarse adecuadamente.

Dicho de otro modo, si coges mucho a un niño en brazos se acostumbra, por supuesto, pero ¿no es eso lo que tiene que hacer un bebé, acostumbrarse a sentirse amado con sus padres?

Por mi profesión veo a diario padres con bebés recién nacidos y muchos me suelen preguntar si se acostumbran a los brazos, para saber si pueden cogerlos o no. No suelo decir "sí" o "no", porque habrá niños que sí se acostumbren y habrá otros (pocos), que no. Mi respuesta suele ser: "la pregunta no es si se acostumbran o no a los brazos, sino si cogerlos en brazos es bueno o malo. Ante esta pregunta mi respuesta es sí, es bueno y sí, hay que cogerlos si lloran porque los bebés necesitan contacto, cariño y afecto".

El tacto de los bebés está distribuido en todo el cuerpo y tocarles es un modo perfecto de proporcionarles estimulación. Se sabe que los bebés que son acariciados y que reciben masajes (por eso es tan conocido y recomendado el masaje infantil) aumentan más de peso y sufren menos enfermedades. Es evidente, entonces, que cogerlos en brazos es una práctica totalmente recomendada.

Pero si no los acostumbras, dejan de pedir que los cojas

Es cierto, muchos niños son dejados en sus cunas llorando un ratito, o en la hamaca, o en el cochecito, para que no se acostumbren a los brazos o para que no se acostumbren a recibir respuesta inmediata a sus demandas.

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En muchas ocasiones el resultado de estas prácticas es precisamente el que se busca, que el niño llore menos y solicite menos la presencia de sus padres. El objetivo se consigue, pero no porque el bebé haya aprendido a satisfacer sus propias necesidades, sino porque ha aprendido a no pedir lo que necesita.

Dicho de otro modo, los bebés aprenden a resignarse y dejan de llorar y de llamar porque "total, no me van a hacer caso".

Creo que es un poco penoso (porque me apena) que un bebé de tres o cuatro meses decida dejar de llamar a sus padres en busca de cariño o contacto porque no recibe la respuesta que quiere. Ya tendrá tiempo en la vida cuando sea niño y adulto de darse cuenta de que no todo el mundo le va a dar el cariño que cree que merece.

Conclusiones

No siempre es malo que se acostumbren a algo y, en este caso, no puede ser malo acostumbrarse a que tus padres te lleven en brazos, porque no hay nada que ofrezca más protección, más cariño, más calor y más autoestima que el que tus padres cuenten contigo teniéndote cerca de ellos, de su corazón y de sus besos (estando ahí cerquita caen cientos cada día).

Los humanos venimos al mundo para ser felices, libres y para compartir nuestra felicidad y los buenos (y los malos) momentos con los demás.

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Hay personas que prefieren vivir solas, sin ninguna compañía, a las que les podría ir muy bien aprender de pequeños a vivir sin la necesidad de afecto ni contacto físico.

El problema es que es difícil saber qué niño será de adulto un llanero solitario y quizás sea más fácil pensar que este tipo de personas no nacen, sino que se hacen (que quieran vivir solos porque no se han sentido amados, no han aprendido a amar o no quieren amar por miedo a fracasar).

En fin, no puedo entender que alguien sugiera que para que un niño crezca feliz y autónomo deba sentir el desapego y la separación, a menudo forzada (nos lo hacen saber con sus llantos).

Bueno, miento, sí lo entiendo, pero esto es otro tema relacionado con las relaciones de poder y de obediencia que tienen como objetivo crear a niños inseguros y con baja autoestima, que acepten sin rechistar a las personas que "saben más", que acepten las jerarquías y que acepten por lo tanto la sociedad tal y como es ahora mismo.

En definitiva, si lo que quieres es tener un hijo feliz, cógelo en brazos siempre que te lo pida e incluso cuando no te lo pida. Haz el método canguro si quieres, aunque no haya nacido prematuro, porque no hay nada que les relaje más que oír el corazón de mamá, tal y como lo escuchaban en el útero, encogidos en su pecho, tocando la piel de mamá con todo su cuerpo.

Dale muchos besos, muchas caricias y llévalo en tus brazos, en una mochilita o en un foulard por la calle y acostúmbralo a tenerte cerca. Cuando tenga 9 meses y empiece a gatear, o cuando cumpla un año y empiece a andar y se vaya por casa a explorar territorios inexplorados, serás tú la que eche de menos aquellos tiempos en que era un bebé chiquitín que quería un abrazo a todas horas.

Fotos | Flickr – geishaboy500, khrawlings, edenpictures, iandeth
En Bebés y más | Estar en brazos es la Felicidad, Bebés en brazos, bebés felices, El mito del "malacostumbramiento"




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