Todo para Bebe: ¿A qué huele tu bebé?

jueves, 15 de abril de 2010 |

Todo para Bebe: ¿A qué huele tu bebé?


¿A qué huele tu bebé?

Posted: 15 Apr 2010 02:00 PM PDT

madre-bebe

No hay nada comparable al olor de nuestro bebé. Acercar nuestra nariz a su piel e inspirar su aroma es una de las sensaciones más placenteras que podemos experimentar los padres.

Sin lugar a dudas, es un perfume que nos deja extasiados, pero ¿podrías definir a qué huele tu bebé?

A mí me cuesta explicarlo con palabras, pero podría decir que mi bebé huele a vainilla.

Es un aroma inconfundible, una impronta que queda químicamente grabada en el cerebro. De hecho, una madre es capaz de identificar a su propio bebé por su olor entre un grupo de bebés.

El olor de nuestro bebé siempre es agradable y existe una respuesta fisiológica a por qué los bebés huelen tan bien. No poseen glándulas sudoríparas activas pues su mecanismo de transpiración aún no está regulado, así que no presentan mal olor.

También hay una explicación a por qué nos sentimos tan embelesados por el olor de nuestro bebé. Porque activa las endorfinas en el cerebro de la madre. Las endorfinas son opiáceos naturales segregados por el cerebro a nivel de la hipófisis. Ante experiencias placenteras, esta pequeña glándula es estimulada produciendo endorfinas, también conocida como la hormona de la felicidad.

No es de extrañar que nos hagamos adictos a ese olor tan particular del bebé pues las endorfinas actúan en el organismo como una droga natural.

Sé que cuesta expresarlo con palabras, pero ¿te atreves a contarnos a qué huele tu bebé?

Foto | © PhotoXpress.com, reproducida con autorización
En Bebés y más | ¿Por qué huelen bien los bebés?, ¿A qué huelen las cacas de los bebés?


La foto de tu bebé: Raúl nada más llegar

Posted: 15 Apr 2010 11:57 AM PDT

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Una semana más os traemos la sección de la foto de tu bebé con las imágenes de vuestros hijos. Para esta ocasión hemos seleccionado esta foto de Raúl, momentos después de nacer.

Me ha gustado especialmente porque retrata en un instante lo maravilloso que puede ser llegar al mundo y al mismo tiempo lo duro que puede llegar a ser para un bebé.

Os invito a hacer, con esta imagen, un ejercicio de empatía. Dadle al play en el siguiente reproductor y seguid leyendo:

Ahora observad la imagen de Raúl nada más nacer, escuchad como los gemidos se transforman en llanto, pensad en sus sensaciones al notar que varias manos expertas, fuertes y frías le tocan, le cogen, le limpian, le aspiran las secreciones y le pinchan e imaginad qué puede pasar por su cabeza, si apenas unos minutos, unas horas antes, estaba dentro de mamá, oyendo su corazón, su voz, meciéndose con el vaivén de sus pasos y flotando en el líquido amniótico. Qué duro debe ser para un bebé llegar a nuestro mundo y qué poco pensamos en ello.

Ahora Raúl es un niño feliz, risueño y juguetón que mantiene largas conversaciones con sus padres que, pese a no comprender sus palabras, sí entienden que la sonrisa desdentada que les dedica a diario es una manera de decirles que les quiere igual que ellos a él.

Damos las gracias a su padre, Raúl, por permitirnos publicar esta imagen y por explicarnos cuán esperado llegó a ser su hijo y cuánto es el amor que sienten por él. Aprovecho para recordar que los papás y mamás que quieran tener la oportunidad de ver una fotografía de su bebé en "Bebés y más" pueden colgar las imágenes en nuestro grupo en Flickr.

Foto | Flickr – Raul Guereque
Música | GoEar – Samuel Barber
En Bebés y más | La foto de tu bebé


Cuando el bebé rechaza el pecho (IV)

Posted: 15 Apr 2010 09:07 AM PDT

bebe amado

En los temas precedentes hemos visto las razones por las que un bebé puede rechazar el pecho, tanto cuando es un recién nacido como más adelante, cuando la lactancia ya se había instaurado, ofreciendo unos primeros apuntes para encarar la situación positivamente. En este artículo daré una serie de pautas generales de cuidado del bebé y de la madre, que les van a ayudar a mantener el contacto emocional en la crisis y después de esta, logren o no mantener la lactancia.

En los siguientes artículos de la serie veremos aspectos más concretos y formas de recuperar la lactancia manteniendo mientras la producción.

Cercanía

Amamantar es un acto de amor, en el que no solo proporcionamos alimento, también fluyen la conexión y los sentimientos. El niño precisa mucho contacto físico amoroso en todas las circunstancias, pero si rechaza el pecho más todavía nos ayudará el dejarles sentirnos muy cercanas.

Usar un portabebés nos ayuda a tenerlo muy cerca, que nos oiga y huela, permitiendo además la lactancia a libre demanda, pudiendo el niño acceder al pecho cuando quiera directamente.

Estar piel con piel, al estilo del método Madre Canguro, es muy efectivo en las crisis de lactancia. Hay que relajarse, buscar una tenue penunbra y un ambiente silencioso y cálido. Desnudarnos nosotras y el bebé, sin pañal siquiera, y dejarlo sentir nuestro cuerpo como su hábitat natural. Es una experiencia muy relajante para ellos y muy dulce para las mamás, e, incluso si no remontaramos las crisis de lactancia, podemos seguir ofreciendo ese espacio de consuelo y conexión igualmente.

El colecho o sueño compartido es otro modo de ampliar el contacto físico y emocional con el bebé. Además, muchos bebés que mientras están despiertos rechazan el pecho, por la noche, dormidos o adormecidos, maman normalmente. Eso también permite aumentar o mantener la producción, ya que la lactancia nocturna es fundamental para que la cantidad de leche se mantenga adecuada.

Suele suceder que los bebés que no maman nerviosos por la causa que sea, durante el día, al llegar la noche y permitírseles dormir pegados al cuerpo de la mamá, se relajan y se reconcilian con el pecho mucho más facilmente.

El baño compartido es otra manera de conseguir una mayor conexión fisica y emocional. La bañera de adultos, a temperatura adecuada, nos recibirá a mamá y a bebé, siendo unos momentos muy gratificantes y relajantes. Igual que el canguro o el colecho sirven para aumentar las posibilidades de que el bebé recupere la lactancia sin rechazo, pero además, si la lactancia se abandonase, siguen teniendo enorme valor para mantener el contacto y sus beneficios amorosos.

Un mensaje para la madre

Si el bebé rechaza el pecho no debemos pensar que rechaza el amamantamiento natural, ni a su madre, el problema es el método de alimenación por alguna causa que vamos a poder seguramente solucionar. El problema no es la madre. Tranquilas sobre esto, seguras de que todas las mujeres pueden amamantar y tener suministro de leche exceptuando algunas causas médicas detectables, es el momento de buscar soluciones y de sentirnos serenas respecto a nuestra capacidad.

Vamos a ver en el tema siguiente maneras de ayudar al bebé que está rechanzado el pecho para que pueda mamar de nuevo y ser alimentado convenientemente, pero, sea cual sea la estrategia de alimentación que vayamos a adoptar, el bebé, recordémoslo, sigue necesitando a su madre más que nada en el mundo.

El bebé volverá a conectarse al amamantamiento, pero incluso si no lo lograramos, es posible que se reenganche posteriormente, pues hay muchos casos de relactaciones, incluso espontáneas, bastante tiempo después de que una crisis terminara la primera lactancia. Siempre dejemos esa posibilidad abierta y demos la oportunidad al pequeño a tener el pecho accesible para hacerlo.

Conclusión

Hay que tomarse, serenas, el tiempo necesario, protegiendo el suministro de leche para que esta siga pudiendo ser la alimentación del niño, por medios de mantenimiento de la producción que iremos analizando en sucesivos temas de esta serie.

Aunque el bebé rechace el pecho, aunque finalmente dejemos la lactancia, seguimos siendo madres maravillosas, lo que más ama nuestro pequeño hijo.

Resulta triste que muchas mujeres dejen la lactancia sin haberlo deseado, pues, o no tienen información y asistencia adecuadas para detectar la causa del problema o, incluso si averiguan la razón del rechazo, no logran desarrollar las pautas y estrategias precisas para remontar el amamantamiento.

Para una madre que ha dedicado mucho tiempo, esfuerzos e ilusión en su lactancia, resulta a veces desesperante no conseguir solucionar el problema. Los grupos de apoyo deben servir para darles sostén informativo y emocional, tanto si logran recuperar la lactancia como si llegan a abandonarla. Con esta serie de temas pretendo ofrecerles un primer recurso escrito al que acudir para ayudarles a encontrar soluciones posibles al rechazo del pecho, para darles las armas para superarlo.

Sin embargo, dejar la lactancia si nuestro bebé rechaza el pecho y no hemos logrado solucionar el problema no está reñido con darle todo el amor, contacto físico y cercanía emocional que necesitan tanto. Un biberón amorosamente dado, abrazos, besos, baños compartidos, colecho y miles y miles de abrazos van a nutrir lo más importante, su corazón.

En Bebés y más | Cuando el bebé rechaza el pecho (III), Cuando el bebé rechaza el pecho (I), Cuando el bebé rechaza el pecho (II)


Regalo para el Día de la madre: una Nancy de colección

Posted: 15 Apr 2010 08:00 AM PDT

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Personalmente las muñecas dejaron de gustarme hace tiempo, pero hay quien sigue con pasión la trayectoria de distintas muñecas que conocieron en la infancia. Con motivo del Día de la madre Famosa lanza una reedición de una de sus muñecas de coleccionista, la Nancy Geisha.

Lo que tiene de particular esta muñeca, que podría ser para cualquier niña (o niña mayor, esto es, las madres), es que se trata de una edición especial que viene con un pañuelo de seda para mamá.

Nancy ya ha cumplido los 40 años, aunque parece que el tiempo no pasa por ella gracias a las distintas renovaciones que ha ido sufriendo. Unos “retoquillos” estéticos que la mantienen en plena forma.

Eso sí, este regalo es sólo para las verdaderas amantes y nostálgicas de la muñeca Nancy. Yo reconozco que jugaba con ella, pero ahora no me haría especial ilusión recibirla.

De modo que para las nostálgicas de esta muñeca sí sería una sorpresa muy especial, la Nancy Geisha y un pañuelo de seda para que lo luzca mamá. Si no es así, papás, mejor regaladle sólo el pañuelo, a no ser que queráis aprovechar la muñeca para vuestras hijas…

Sitio Oficial | Nancy Famosa
En Bebés y más | Los juguetes de nuestra infancia


Las frutas en la alimentación infantil: el plátano, la piña, el kiwi y otras frutas tropicales

Posted: 15 Apr 2010 04:00 AM PDT

tropicales

Las frutas tropicales son aquellas que se dan de forma natural en las zonas de clima tropical o subtropical, aunque por extensión, se aplica a las frutas que necesitan para su desarrollo unas temperaturas cálidas y alta humedad.

Cada vez son más consumidas y son muy habituales en la alimentación infantil. Las principales frutas tropicales que consumen los niños son el plátano, ocupando un sitio de honor, luego la piña, el kiwi, el coco, el aguacate y menos frecuentes pero cada vez más el mango y la papaya.

Hablaremos entonces del plátano, la piña, el kiwi y otras frutas tropicales en la alimentación infantil.

El plátano

Junto con la manzana y la pera, el plátano, por ser de fácil digestión, es una de las primeras frutas que se le ofrece al bebé cuando empieza con la alimentación complementaria.

Es una de las frutas que proporcionan más calorías (85,2 cada 100 grs.) debido a su elevado contenido en hidratos de carbono, pero esto no quiere decir que el plátano engorde, una creencia muy extendida sobre esta fruta. Es precisamente por su gran aporte energético que es ideal para la alimentación de los niños.

Es también una importante fuente de potasio, necesario para favorecer la actividad muscular y el buen estado del sistema nervioso. Otros nutrientes que contiene son magnesio, ácido fólico, vitamina C y provitamina A.

Está indicada para combatir casos de inapetencia en los niños por su efecto saciante y su alto aporte en calorías.

Cuándo y cómo ofrecerle el plátano al bebé

Como he dicho antes, el plátano es una de las primeras frutas que se le ofrece al bebé cuando se inicia la alimentación complementaria, a partir de los seis meses.

El plátano se le ofrece al bebé al natual, sin cocinar. Debe estar maduro pero no pasado y para preparar el puré podemos machacarlo o pisarlo con el tenedor o si preferimos un puré más fino pasarlo por la trituradora, habiendole quitado previamente por supuesto la cáscara y también los hilos. Por si acaso provocara alguna reacción alérgica, debe ofrecerse un par de veces solo y por separado y luego ya sí se puede mezclar con otras frutas como la manzana, la pera o la naranja.

El plátano es una fruta ideal para que el bebé experiemente con la textura de los alimentos. Podemos darselo en trocitos pequeños aplastados entre nuestros dedos o bien sujetarle el plátano y que él lo vaya deshaciendo. Es muy beneficioso para el bebé esta forma de descubrir los alimentos, pero debemos estar controlándolo en todo momento para evitar ahogamientos.

La piña

piña

La piña (o ananá) es una fruta muy refrescante. Contiene un 85% de agua, hidratos de carbono, vitamina C, ácido fólico y minerales como el potasio, el magnesio y el yodo.

Al igual que el plátano, tiene un alto contenido en potasio, y pese a su sabor muy dulce no tiene un excesivo aporte calórico. Su aporte en fibra provoca un suave efecto laxante mejorando el estreñimiento en los bebés.

También contiene bromelina, una enzima digestiva que ayuda a digerir las proteínas, por lo que resulta ideal como postre para facilitar la digestión.

Cuándo y cómo ofrecerle la piña al bebé

Si la madre suele consumir piña a menudo y ha sido una fruta habitual en la dieta materna se puede introducir a partir de los 6 meses, si no es así se recomienda su introducción en la dieta infantil a partir de los 12 meses, sin embargo hay pediatras con una postura intermedia que la recomiendan a partir de los 9 meses.

La piña que le daremos al bebé debe estar madura. Deberemos pelarla muy bien quitándole toda la cáscara y cualquier resto de ésta que pudiera quedar en la parte carnosa. Una vez quitadas las partes más duras de la piña se puede triturar tal cual, al natural, o cortar en trozos que el bebé pueda chupar, pero no demasiado pequeños para evitar ahogamientos (otra vez controlándolo en todo momento).

Otra opción es cocerla en agua hirviendo o preparar una compota pero sin agregar azúcar; ya bastante sabrosa es la piña de por sí. Y por supuesto, en forma de zumo, aunque en pequeñas cantidades.

La curiosidad de la piña es que podemos combinarla con algunas carnes blancas como el pollo o el cerdo y también con verduras como por ejemplo la zanahoria.

El kiwi

kiwi

El kiwi tiene una moderada cantidad de calorías, una elevada cantidad de agua y es rico en vitaminas y minerales. Pero lo que más destaca de esta fruta es su contenido en vitamina C, más del doble que el que contiene una naranja. Esta vitamina interviene en la formación de colágeno, huesos y dientes, glóbulos rojos y favorece la absorción del hierro de los alimentos y la resistencia a las infecciones.

También es muy rico en potasio, en proporciones similares a las del plátano, y en ácido fólico, vitamina que colabora en la formación de anticuerpos favoreciendo el sistema inmunológico. Su fibra, soluble e insoluble, lo convierte en una fruta con gran poder laxante, también indicado para casos de estreñimiento, un trastorno bastante frecuente en los niños.

Contiene además ácido propeolítico, el cual favorece la circulación de la sangre y actidina, una enzima que ayuda a digerir las proteínas.

Cuándo y cómo ofrecerle el kiwi al bebé

Con el kiwi, la recomendación sobre la edad de introducción es, por regla general, a partir de los 12 meses. Sin embargo, al igual que la piña, si la madre suele consumir kiwis y ha sido una fruta habitual en la dieta materna se podría introducir, consultándolo antes con el pediatra, a partir de los 6 meses. Personalmente, me inclino más por retrasarlo ya que es una de las frutas más alergénicas. Además, la textura del kiwi, las semillas y su sabor tan caracterísitco no suelen ser agradables para los bebés más pequeños. Como todo, hay excepciones y a algunos niños les encanta el kiwi. Ante la duda, mejor consultarlo con el pediatra.

Es una fruta que se ofrece también al natural, ya sea triturada o en trozos (no demasiado pequeños para evitar ahogamientos). A los niños más mayorcitos se les puede dar también en cuchara.

Otras frutas tropicales

  • Coco

cocoEl valor calórico del coco es el más alto de todas las frutas. Su principal componente es el agua y luego la grasa, siendo muy rico en ácidos grasos muy beneficiosos para la salud. Contiene minerales que intervienen en la mineralización de los huesos y su importante aporte en fibra lo hacen un excelente regulador del tránsito intestinal ya que actúa como laxante.

Acerca de la edad de introducción del coco en la alimentación infantil no hay información precisa por no ser una fruta de alto consumo. Algunos lo recomiendan a partir de los 6 meses, mientras que otros sugieren retrasarlo hasta los 12 meses, por lo que conviene consultarlo con el pediatra antes de ofrecérselo. Sin embargo, sí he visto que se recomienda el agua de coco para el malestar estomacal de los pequeños. De cualquier forma, siempre consultarlo primero.

  • Aguacate

aguacateAl igual que el coco, las grasas son el principal componenente del aguacate después del agua, pero con la diferencia de que se trata de grasas monoinsaturadas, convirtiéndolo en un alimento muy rico en ácido linolénico (un ácido graso esencial-omega3). Es rico en potasio, magnesio, vitamina D, necesaria para la absorción de calcio y fósforo y vitamina E, un potente antioxidante.

La introducción del aguacate en la dieta de los bebés se recomienda, por regla general a partir de los 12 meses por ser un alimento potencialmente alergénico.

  • Mango

mangoTambién tiene un alto contenido en agua, hidratos de carbono y fibra y es moderado en calorías. Posee carotenoides que se transforman en vitaminas A y C, actuando como antioxidantes capaces de neutralizar los radicales libres y aumentar las defensas del organismo.

Al igual que la papaya, la piña y el kiwi, el mango contiene encimas capaces de digerir las proteínas y depurar el organismo.

El mango puede introducirse en la dieta del bebé a partir de los 6 meses, pero por tener un sabor demasiado dulce hay quienes recomiendan retrasarlo un poco y ofrecer antes otras frutas para que el bebé no se acostumbre a este tipo de sabores.

  • Papaya

papayaTambién contiene hidratos de carbono, fibra y vitaminas A y C que actúan como antioxidantes. Gracias a la papaína, una encima proteolítica, tiene grandes propiedades digestivas facilitando la digestión y aliviando la inflamación intestinal.

Destaca además su aporte en minerales como el potasio, necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso y para la actividad muscular.

Al igual que el mango, la papaya puede ofrecerse a partir de los 6 meses, aunque es preferible ofrecerle primero otras frutas menos dulces.

Más información | Consumer
Fotos | © PhotoXpress.com, reproducida con autorización, Kyle McDonald, pizzodisevo (first of all, my health) en Flickr
En Bebés y más | Las frutas en la alimentación infantil, Alimentación complementaria: la fruta


Algunos riesgos de la natación para bebés y niños

Posted: 15 Apr 2010 02:00 AM PDT

natacion

La natación para bebés o matronatación es beneficiosa en muchos aspectos, tanto para el pequeño como para mamá o papá que lo acompañan. Sin embargo, existen algunos riesgos en la práctica de natación para los bebés que pasamos a enumerar.

La mayoría de ellos se controlan con un adecuado sistema de desinfección y mantenimiento del agua (recordemos cuáles son las mejores piscinas para bebés) y mediante una atención constante de los adultos.

Según un artículo de la Asociación Española de Pediatría, existe riesgo de que los bebés y niños más pequeños presenten estos problemas y enfermedades relacionados con la natación:

  • la hiperhidratación por la ingesta de agua
  • la conjuntivitis química por cloro (sobre todo en verano, ya que el sol contribuye más a ello)
  • la conjuntivitis infecciosa vírica (por adenovirus, muy contagiosa y prolongada) o bacteriana
  • la infección de córnea en niños con lentillas (queratitis, que en algunos casos puede ser grave)
  • el molluscum contagiosum (infección de la piel a modo de verruga con centro deprimido que se propagan por el resto de la piel y especialmente contagiosa en piscinas)
  • infecciones de los pies por hongos (sobre todo en duchas)
  • la pitiriasis versicolor (infección de la piel de la espalda por hongos)
  • las diarreas
  • la quemadura solar (con el consiguiente riesgo ulterior de cáncer de piel)
  • los traumatismos
  • el ahogamiento: este es el peligro más importante que deriva de la desatención por parte de padres o monitores

bajoelaguaEn el caso de las infecciones, se propagan en su mayoría por el agua, aunque habitualmente son benignas. En el caso de los traumatismos o ahogamiento, son motivo de un gran número de muertes al año y, caso de sobrevivir, de lesiones cerebrales graves y permanentes.

Además, recordemos que la Asociación Española de Pediatría no desaconsejaba la natación con bebés, a pesar de las noticias que hablan de posibles problemas respiratorios en los pequeños debido al exceso de cloro.

Aunque sí remarcaba que había que escoger piscinas especialmente preparadas para bebés: según la propia AEP este incremento del riesgo no sucede si en las piscinas existen unos niveles de cloración del agua dentro de los limites establecidos y la aireación de las instalaciones es adecuada.

Cómo prevenir los riesgos

¿Cuáles son los consejos médicos para prevenir dichas enfermedades y problemas relacionados con la natación infantil?

  • El acompañamiento y vigilancia exhaustiva del niño que evite la inmersión accidental
  • Si es al aire libre, la aplicación de cremas contra el sol de máxima protección y especiales para niños antes y durante (cada hora o menos) la actividad
  • Con respecto a las infecciones, el riesgo a padecerlas es mayor en piscinas masificadas (generalmente las públicas) y su prevención no es fácil: el uso de chanclas nada más salir evitaría las infecciones por hongos en los pies, y en niños con lentillas éstas no deben usarse.
  • La elección de piscinas que cumplan la normativa de desinfección y aireación

Como vemos, existen algunos riesgos asociados a la natación de niños y bebés, aunque los beneficios asociados y la relativamente fácil prevención de los riesgos hacen que no se desaconseje esta actividad.

Vía | Asociación Española de Pediatría
Fotos | tomeppy y peasap en Flickr
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¿Qué es la estimulación ovárica?

Posted: 14 Apr 2010 11:16 PM PDT

Globos

La estimulación ovárica es un proceso que consiste en inducir una ovulación múltiple mediante medicaciones hormonales, un proceso que se lleva a cabo para lograr la reproducción asistida, ya sea por inseminación artificial o in vitro.

Para que salgan adelante estas técnicas con un mayor porcentaje de posibilidades de embarazo se intenta obtener más de un ovocito por ciclo, y de este modo poder lograr en el útero o transferir más de un embrión.

Este método permite garantizar y anticipar el momento exacto de la ovulación así como la correcta maduración del óvulo que se inseminará. Existen distintos tipos de estimulaciones, desde las más suaves hasta las más fuertes.

La estimulación ovárica es un proceso que habitualmente dura entre 8-14 días. La administración de las hormonas para producir la estimulación ovárica suelen empezar el segundo o tercer día de la menstruación.

Estimulación ovárica mediante inyección de hormonas

Con el tratamiento se intenta que se desarrollen hasta la madurez completa varios folículos. Durante el tiempo que dura la estimulación, la mujer recibe una inyección diaria de las hormonas implicadas en la regulación de la reproducción, las gonadotropinas (la FSH y la HMG).

Las hormonas pueden ser inyectadas vía subcutánea o intramuscular, dependiendo de la pauta de medicación que el especialista decida. Esta pauta se establece a partir de diversos factores de la paciente como la edad, la morfología de los ovarios, la masa corporal, la analítica hormonal y la respuesta a la estimulación en ciclos previos.

Los profesionales en reproducción asistida suelen indicar la medicación y las dosis más adecuadas a cada mujer, individualizando los casos y evitando estandarizar el tratamiento.

Durante todo el proceso se hacen controles regulares mediante ecografías y análisis de sangre para controlar el crecimiento y maduración folicular y determinar el mejor día para realizar la extracción de los óvulos.

Para la maduración de los óvulos previa a la extracción o inseminación se utiliza normalmente la hormona HCG: a las 36-40 horas después de la administración de esta hormona se produce la ovulación o expulsión de los óvulos de los ovarios hacia la trompa.

Esto permite planificar con precisión la inseminación artificial o la extracción quirúrgica de los óvulos en el caso de fecundación in vitro, cuando aún están en los ovarios y en su momento óptimo de maduración para proceder a la fecundación.

Paralelamente o con unos días de anticipación a la estimulación ovárica se realiza un proceso de inhibición hipofisaria o de frenación, el cual evita interferencias de hormonas internas que puedan alterar el curso de la estimulación.

Es posible realizar el tratamiento de la fecundación in vitro sin estimulación ovárica, pero las posibilidades de lograr un embarazo son inferiores al 5% y no todos los centros la realizan. En el caso de la inseminación artificial, si se estimula el ciclo las posibilidades de éxito también son mayores, pues se evitan las irregularidades.

Por otro lado, esta estimulación ovárica que permite disponer de más de un óvulo fecundable en los procesos de reproducción asistida aumenta las posibilidades de embarazo múltiple, y aproximadamente en un 15% de los casos las mujeres que siguen este tratamiento tienen gemelos.

Vía | La inseminación artificial, InvitroTV
Foto | CharlotteSpeaks♥{Charlo tte.Morrall} en Flickr
En Bebés y más | Asegurar la fertilidad a partir de los 35 años, Nueva técnica de estimulación ovárica, nuevas esperanzas para concebir tras un cáncer, ¿Cuáles son mis días fértiles?


¿Qué significa "portarse bien"?

Posted: 14 Apr 2010 09:00 PM PDT

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Hace un tiempo, al escribir la entrada en que hablé de los premios y recompensas pueden ser tan perjudiciales como los castigos, utilicé la frase "te lo compro si te portas bien" y dándole vueltas me di cuenta de que portarse bien puede ser algo muy diferente para muchos padres.

Es habitual ver a los padres de hijos recién nacidos decir: "Duerme mucho, se porta muy bien" o "se queja poco, se porta muy bien". En este caso se considera al niño que reclama poco a sus padres como un niño con buen comportamiento y, por eliminación, al niño que duerme poco o no deja dormir, que come poco o que se queja a menudo, como un niño que no se porta bien.

Es una manera de hablar, por supuesto, nadie piensa que un bebé que reclama mucho a su madre o que se despierta a menudo lo está haciendo para fastidiar y nadie piensa que un bebé que duerme mucho o llora poco lo hace pensando en el bienestar de sus padres.

Sin embargo, esta manera de hablar, este "se porta bien" va adquiriendo significado a medida que los niños crecen y el niño obediente, que no rechista, que se queja poco y que es poco insistente es un niño que se porta bien, mientras que un niño con más personalidad, que no acepta fácilmente las reglas, que llora y se enfada cuando no consigue algo, muy movido (como todos los niños, diría yo) y que solicita muy a menudo la presencia o la ayuda de los padres (algo así como que en conjunto llega a exasperar a sus padres), se porta mal.

Estas definiciones son peligrosas, porque la mayoría de niños son muy movidos, la mayoría de niños necesitan a sus padres en varios momentos del día, la mayoría de niños quieren jugar con sus padres y la mayoría de niños lloran y se enfadan cuando no consiguen algo que quieren y por lo tanto la mayoría de niños "se portan mal” diariamente.

¿Qué significa portarse bien?

Bajo mi punto de vista, portarse bien debería ser una frase que significara que un niño respeta a los demás (y por lo tanto no hiere, no pega, no muerde y no insulta). Quizás me deje algo y quizás lo que digo sería matizable, pero a bote pronto creo que portarse mal sería todo aquello que un niño puede llegar a hacer de manera intencionada que haga daño a los demás. Algo así como hacer con los demás lo que no quisieran para ellos mismos.

¿Llorar?

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"¿Lloran los niños? Noooo, los niños buenos no lloran", dijo una vez una madre a su hijo. "No, mamá, (sniff, sniff) los niños buenos no lloran (sniff)", respondió el niño aguantándose las lágrimas.

¿Somos malos los adultos que lloramos? Si te pillas un dedo y lloras de dolor, ¿eres malo? Si te roban y lloras de impotencia, ¿te estás portando mal? Si tu marido te dice que se va con otra y lloras, ¿no estás siendo buena?

¿Enfadarse?

"¡Venga hombre! No te enfades que no es para tanto", dijo una madre a su hijo enfadado.
El enfado es un sentimiento, una sensación, una emoción. Es algo que sucede cuando algo no sale como esperabas, cuando alguien te trata mal, cuando alguien no hace lo que esperas de él, cuando no consigues lo que quieres, etc.
Los adultos nos enfadamos y de hecho tenemos todo el derecho del mundo a hacerlo. Los niños, por lo tanto, tienen también el mismo derecho a enfadarse.

Nadie le dice a un niño "no te alegres tanto, hombre" porque a nadie se le ocurre poner cercos a la felicidad. La alegría, la felicidad, las sonrisas, son emociones también y, de igual modo que aceptamos la alegría como emoción en los niños, debemos aceptar el enfado como emoción.

Un niño que se enfada no se está portando mal, sino que está mostrando sus emociones y, que me corrijan si me equivoco, pero exteriorizar las emociones y explicar lo que se siente es una de las actitudes y aptitudes más sanas que existen (¿no os suena la frase "no te lo guardes para ti, que cuanto más guardes, más bola se hará, y un día reventará"?).

Ahora bien, un niño puede enfadarse dejándonos de hablar, yéndose por iniciativa propia a su habitación, explicándonos lo que siente a su manera o, si aún es pequeño para saber gestionar dicha emoción, gritando, pataleando y pegándonos.

¿Se está portando mal cuando hace esto? Bueno, no es que se esté portando mal, es que está exteriorizando su rabia de la única manera que sabe. Nosotros, como padres, debemos tratar de enseñarle una vía alternativa para explicarnos su enfado.

Dicho de otro modo, debemos permitir que se enfade y que nos lo comunique, pero no que lo haga pegándonos, gritándonos o mordiéndonos. Para ello, evidentemente, debemos actuar en consecuencia y no utilizar los gritos ni los cachetes. No tiene sentido que queramos que nuestros hijos se comporten mejor de lo que nosotros nos comportamos con ellos.

Las etiquetas

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"Llámame malo y seré malo, llámame bueno y seré bueno". Esta frase tan simplista resume un tema muy interesante (que merecería una entrada, sin duda) como es el de las etiquetas.

Una etiqueta es un adjetivo que ponemos a nuestro hijo que se convierte en estándar de su modo de ser. No tiene que ver tanto en lo que hace, sino en como es.

Es habitual (demasiado), que hablemos de los niños en su presencia: "sí, éste se porta muy bien, pero éste otro es un bicho", son frases que casi todos los niños escuchan de sus padres cuando hablan con otras personas adultas.

El niño que escucha que es malo, que se porta mal y que es travieso acaba por creer que realmente lo es y por lo tanto actúa en consecuencia.

El niño que escucha que es bueno, atento, que comparte, etc., tiende a actuar de esta manera.

Evidentemente el comportamiento de un niño no depende única y exclusivamente del concepto que de ellos tengamos, sin embargo tiene más peso del que creemos.

Imaginad un niño que nunca comparte nada con su hermano menor. No le deja ningún juguete y un día decide permitir que su hermano juegue con uno de sus coches. Por la tarde, en el parque, un niño se acerca a Juanito para jugar con su pelota.

Podemos abordar la situación de varias maneras, a bote pronto se me ocurren dos: "Sí, Juanito nunca comparte nada, no insistas, hoy le ha dejado un coche a su hermano y yo diría que ha jugado con él porque no se ha enterado" o "No sé si Juanito querrá dejártela, pregúntale a él. Igual te la deja porque hoy le visto compartir un coche con su hermano".

La situación es la misma, pero en una dejamos claro que Juanito es un perfecto "no compartidor" mientras que en la otra estamos diciendo que Juanito sí sabe compartir.

Cuando un niño escucha a otros hablar de él con adjetivos positivos, diciendo que es cariñoso, atento, capaz de jugar con sus hermanos, etc. los niños tienden a comportarse de esta manera. Si etiquetamos a un niño, el niño mirará la etiqueta para ver qué papel tiene que hacer.

Foto | Flickr – bionicteaching, hapal, Cia de Foto
En Bebés y más | "¿Qué tal tu bebé, es bueno?”


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