Todo para Bebe: Criar sin azotes: recursos naturales para prevenir

domingo, 25 de julio de 2010 |

Todo para Bebe: Criar sin azotes: recursos naturales para prevenir


Criar sin azotes: recursos naturales para prevenir

Posted: 25 Jul 2010 12:49 PM PDT

niños sonrientes

Siguiendo con los recursos que necesitan los padres para aprender a criar sin azotes y enfrentarnos al caso típico del supermercado con posibililidades de salir airosos, llegamos a algo muy importante y a lo que lamentablemente los padres no solemos prestar atención hasta que es demasiado tarde: la prevención. En este tema de hoy hablaremos de recursos naturales que tenemos a nuestra disposición y que precisamente favorecen la confianza mutua y nos pueden ayudar a solventar algún conflicto facilmente.

La terapeuta Alice Miller recomienda unos cambios básicos para las personas que han sufrido violencia en la infancia, para que puedan controlar los impulsos reflejos y criar a sus niños de otra manera. Sin que hablemos de extremos o abusos, sino simplemente de gritos, azotes, insultos, desprecios o castigos, estos recursos naturales son igualmente aplicables y pueden ser de enorme ayuda en la prevención.

Igual que mencioné en el tema anterior podemos criar sin azotes a pesar de no cumplir estas pautas, pero son indiscutiblemente recursos naturales muy útiles, pues inciden en aspectos de la vida diaria que ayudan a que la relación de niños y padres sea más relajada. Vamos a ello.

Lactancia materna prolongada

La primera que mencionaré, reiterando que no es indispensable pero si muy útil, es la lactancia materna prolongada. Los bebés y los niños humanos están naturalmente programados para mamar no solamente para recibir nutrientes, sino también para sentir cercanía a su madre, seguridad, calma, cobijo y consuelo.

La teta es una especie de cordón umbilical al que pueden agarrarse cuando necesitarían volver al seno materno y sentirse amados y protegidos del mundo cambiante. Un niño nervioso o triste se calma con el pecho. Está disponible en ese momento y os aseguro que les calma mucho.

Pero además la lactancia materna hace que en el torrente sanguíneo de la madre y del hijo corran hormonas relacionadas con la paz de espíritu y el amor: la oxitocina y las endorfinas. Madre e hijo pueden encontrar en la lactancia un refugio al que acudir en el momento de tensión, les relaja naturalmente y les hace estar muy cerca, mirándose a los ojos con amor.

Y hablo de lactancia prolongada específicamente, pues los conflictos emocionales con nuestros hijos no acaban al año de vida. Poder ofrecer el pecho a un niño de dos o tres o cuatro años con el que hemos tenido un disgusto o que está descompensado es un recurso muy cómodo, sencillo, siempre a punto y enormemente efectivo para hacernos volver a ambos a la calma.

Al fin y al cabo la Naturaleza, que es muy sabia, nos ha dado la capacidad de dar el pecho varios años y los niños están naturalmente programados para hacerlo, siempre, por supuesto, que la madre esté dispuesta a ello y reciba apoyo e información adecuados para lograrlo.

Las madres que no den el pecho y los papás, aunque no tengan la teta, si pueden usar algunos trucos para procurar reproducir esa sensación en el niño y en ellos mismos. Lo veremos más adelante.

Colecho y atención en los despertares

Otro de los recursos que ayudan a criar con más cercanía y empatía es el colecho. Los niños están naturalmente programados para dormir acompañados, es algo innato en nuestra especie y que tenemos en común con los mamíferos más cercanos. Los niños humanos han dormido acompañados desde hace millones de años, tantos como tiene el “Homo” en la Tierra y en época histórica igualmente lo normal ha sido que duerman con sus padres. Siguen haciéndolo en muchas culturas, como la japonesa. Y no hay prueba alguna de que les perjudique, sino todo lo contrario.

En el sueño tenemos momentos de microdespertar en los que, inconscientemente, verificamos que todo está en orden. El niño se siente naturalmente protegido con la cercanía de sus padres, siente su compañía incluso en la noche y se siente más confiado.

La mirada dulce de un niño cuando despierta y abre los ojos mirándonos lleno de amor es algo indescriptible, que nos hace sentirnos serenos y dispuestos a darle toda la ternura del mundo. Nos hace fuertes y es un recuerdo de enorme intensidad al que acudir cuando sentimos que podemos perder el control.

Los bebés que se despiertan por la noche pueden asustarse aunque si los hemos “acostumbrado” a no acudir a su lado quizá ya ni nos llamen. Por supesto, aunque decidamos no colechar, nunca deberemos dejar a un niño llorando solo en su cuna. Siempre hay que acudir a su lado, tomarlo en brazos, acompañarlo. No colechar no significa no acompañar al niño en su sueño y eso, sobre todo eso, es indispensable para que su cerebro no se vea inundado por hormonas del estrés que pueden repercutir en su estado emocional y en su confianza hacia nosotros.

Colechar es un recurso útil, pero si no colechamos lo que si debemos hacer siempre es atender al bebé o al niño que nos llama por la noche. Si no dejamos que nuestro hijo llore, tenga miedo o se sienta solo de día, de noche debemos hacerlo menos. Para que él se siente bien atendido, confie en nosotros y en si mismo y sepa que nuestro amor no depende de si luce o no el Sol.

Continuará

Hemos visto dos recursos que pueden ayudarnos para conseguir criar sin azotes. Como todos los recursos no son indispensables, pero si son útiles precisamente por responder a las necesidades naturales y amorosas de nuestros hijitos. Pretendo hacer un repaso de trucos, recursos, estrategias y costumbres que nos pueden ser útiles, con la idea de que todos nuestros lectores puedan encontrar los que le puede ir bien usar en su familia.

En Bebés y más | Es posible criar sin azotes, Criar sin azotes: nuestros padres y nuestros hijos, Criar sin azotes: un hijo es lo más importante que haremos en la vida




Prevenir la obesidad desde el ámbito sanitario

Posted: 25 Jul 2010 05:00 AM PDT

medicina

Terminamos nuestro recorrido por las recomendaciones efectivas para prevenir la obesidad desde distintos ámbitos, centrándonos en el sanitario, en el sistema de salud. ¿Qué pueden hacer los profesionales de la salud y el sistema sanitario en general para prevenir la obesidad en niños y adolescentes?

Desde el ámbito sanitario se puede incidir en distintas vertientes para ello, desde la recomendación de la lactancia materna a las mujeres embarazadas y mamás hasta la elaboración de campañas institucionales que fomenten la buena alimentación y la actividad física.

Éstas son los consejos para prevenir el sobrepeso cuyo cumplimiento se ha demostrado efectivo en distintos estudios, y que tiene como protagonistas a los bebés y niños:

  • En las visitas de seguimiento de salud infantil se recomienda incluir el consejo nutricional y de fomento de la actividad física adecuado a la edad.
  • En las consultas de pediatría y medicina general se recomienda promover los hábitos alimentarios y de ejercicio de niños y niñas y de toda la familia. Se debe implicar a todos los profesionales del equipo de atención primaria en la asunción y difusión de mensajes acerca de alimentación saludable y el ejercicio físico.
  • Las intervenciones para promover una alimentación saludable y fomentar la actividad física deben favorecer una imagen positiva del propio cuerpo y ayudar a construir y reforzar la autoestima de los menores. Se recomienda prestar especial cuidado para evitar la estigmatización y la culpabilización de los menores con sobrepeso o de sus familiares. Ya hablamos en nuestras páginas del necesario y recomendable apoyo psicológico para tratar la obesidad infantil.
  • En los mensajes a los menores se debe enfatizar los aspectos lúdicos y enriquecedores de la actividad física y de una alimentación variada (diversión, placer, nuevos sabores, bienestar, disfrute con compañeros…), prestando atención a sus preferencias, dejando en un segundo término los mensajes relacionados con la salud y la enfermedad.
  • Para apoyar la labor educativa del personal sanitario, los servicios sanitarios públicos deben facilitar materiales escritos o audiovisuales de apoyo para los profesionales y las familias, con contenidos no discriminatorios y adaptados culturalmente a distintos colectivos sociales.
  • Las actividades y los mensajes deben adaptarse a las características concretas de cada menor y su familia, teniendo en cuenta sus necesidades y preferencias. Estrategias o técnicas como las entrevistas motivacionales pueden ser adecuadas en esos procesos.

Como vemos, prevenir la obesidad de nuestros hijos es tarea en la que se ve implicada toda la sociedad, la familia, la escuela y la sanidad. No hemos de descuidar aquellos puntos en los que podemos actuar para que gocen, y gocemos todos en familia, de una mejor salud.

Vía | Guía Salud
Foto | Thomas Claveirole en Flickr – CC
En Bebés y más | El bajo consumo de fruta en los niños puede causar enfermedades. ¿Qué hacemos los mayores?, Campaña europea para una dieta sana: “¡Come, bebe, muévete!”




Carlos González habla sobre los niños que lloran al ponerlos a dormir

Posted: 24 Jul 2010 09:00 PM PDT

Siguiendo con la serie de vídeos de Carlos González que venimos publicando en Bebés y más hoy traemos una nueva entrega en la que el pediatra habla sobre los niños que lloran al ponerlos a dormir.

Como explica, la frase “poner a los niños a dormir” es una actitud moderna que poco tiene que ver con lo que se ha hecho siempre, que no es otra cosa que dormir a los niños.

De un tiempo a esta parte se ha intentado (y se sigue intentando) que los bebés y los niños adquieran una autonomía e independencia casi adulta desoyendo los instintos mamíferos que hacen que los niños requieran la presencia de sus padres (o de su madre) para estar tranquilos, relajados, sentirse bien y dormirse a gusto.

Son muchas, demasiadas, las veces que he leído en libros, panfletos, trípticos, en internet e incluso en guías sanitarias la recomendación “es importante poner al niño a dormir en su cuna cuando aún está despierto”, con la intención de que no asocie brazos con sueño, o teta con sueño, o nada que implique a una persona con sueño, sino que asocie el dormirse con estar solo en la cuna, para que se acostumbre a ello.

Sin embargo, como dijo Pompeu Fabra en su día, “si no lo meces, no se dormirá”. Bien, esto no es matemático. Siempre hay algún bebé que es capaz de dormirse solo si lo pones en la cuna, aunque son una mayoría. Son muchas, muchísimas, las madres que me explican en la consulta de enfermería, como si su hijo tuviera un problema, que lo ponen a dormir y que no hay manera. Explican que lo han intentado de muchas maneras diversas y que no solo no se duerme, sino que llora para que le cojas. Además, añaden “yo creo que se ha malacostumbrado”.

Ante esto, y por culpa de todos esos panfletos, trípticos, libros y profesionales que recomiendan poner a dormir a un niño solo, tengo que hacer un trabajo arduo con estas madres para que se saquen de la cabeza que lo normal es que los niños se duerman solos y que no crean que su hijo tiene algún problema que necesita solución, básicamente, porque necesitan la presencia de alguien que les de confianza para dormir tranquilos.

Si el niño busca a mamá no está malacostumbrado

Si el niño, al ser puesto a dormir, busca a mamá no está malacostumbrado. No es que se haya acostumbrado a hacer algo mal, es que está actuando de un modo innato e instintivo con la intención de asegurar su supervivencia (¿cómo demonios iba a sobrevivir un niño miles de años atrás si cuando su madre le dejaba solo no decía ni ?). De hecho, no se ha acostumbrado a nada nuevo, porque es algo que hace sin que nadie se lo haya enseñado y sin que él lo haya aprendido.

Poner a dormir a un bebé solo en su cuna sí es acostumbrar a un bebé a hacer algo diferente a lo que trae “de serie”, por eso la mayoría lloran, porque es un acto forzado, porque no es lo que los bebés están preparados a hacer y porque no es lo que esperan que suceda.

Si estando solo en la cuna llora para que lo cojas, no te está tomando el pelo

“Es que lo pongo en la cuna y empieza a gemir y luego a llorar y, si lo cojo, deja de llorar. Yo creo que me está tomando el pelo”. Esta es otra frase que me han dicho cientos de veces y que seguro que os suena a más de una. Sin embargo, si la analizamos, es fácil ver que el niño no está tomando el pelo, sino pidiendo algo y recibiéndolo.

“Tomar el pelo” significa “reírse de alguien” o “engañar a alguien”. Un bebé no es capaz de tomar el pelo. No hace las cosas con segunda intención. S podría decir que un bebé está tomando el pelo si, estando tumbado, empezara a gemir e incluso a llorar y se callara justo en el momento en que su madre lo fuera a coger. También lo estaría haciendo si pidiera por activa y por pasiva tumbarse en la cuna para estar solo en plan “mamá, ponme ahí, de verdad, que me duermo solo” y luego, una vez puesto, empezara a llorar.

Sin embargo esto no sucede así, ni el bebé se calla justo antes de ser cogido ni pide ser puesto en la cuna para hacer pensar que quiere dormir. Él sólo se queja cuando se siente solo para que alguien le acompañe y, cuando lo consigue, se calla. Vamos, que pide, consigue y deja de pedir. Así de simples son.

Vídeo | Criatures
En Bebés y más | Carlos González habla acerca de coger a los niños en brazos, “No lo cojas en brazos, que se acostumbra”, Carlos González explica cómo se ha de iniciar la alimentación complementaria, Carlos González explica hasta cuándo amamantar a un bebé, Carlos González y “Un regalo para toda la vida”, “Deberemos cambiar totalmente nuestro sistema productivo”. Entrevista a Carlos González




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